Arrancó el 2009. Año nuevo, y la esperanza de siempre de que estos doce meses traigan lo mejor para la familia limeña. Como es habitual, unos y otros esperaron a Papa Noel y al décimo año del milenio comiendo, bebiendo y tirando petardos a lo pavote. Muchos recibieron como regalo lo que tanto anhelaban y algunos quizás no tanto, pero festejaron igual. Tras varios días de resaca, y mientras algunos ya se encuentran de vacaciones bien lejos de las canchas, comenzaron a llegar a este medio algunas postales de las festividades, que sin más pasamos a compartir con ustedes.
"Yo pedí un Moisés, y me trajeron a este señor",
cuenta el Colo, algo perplejo por el regalo recibido
Lean: recibió un apéndice, como compensación
del que fuera siniestrado un par de meses atrás

Andrés anduvo buscando desesperadamente un gol todo el año,
y Papá Noel se lo dejó en la puerta

Diego: Papá Noel le trajo una medallita de Luján "un poco
más grande que la que usó en los últimos meses",
para tapar un poco más el arco

A Guille le cayó re mal un pionono navideño, pero
sobrellevó el momento leyendo la agenda que Papá Noel
le compró a Patico y luego le regaló

"No me defraudó", dijo el Dibu, al referirse al regalo que le hizo Papá Noel,
a quien le había pedido "un trabajo seguro y estable, para irme para arriba"