jueves, 31 de julio de 2008

Fotos del primer set del año

Diego: "¿No me parezco al Burgos de `Simpatía´?"




El Dibu y Seba, junto a un tercer fantasma no identificado



El Colo antes de enojarse con Mauri: "La Lima es una mierda"


El Bimbo saluda a la parcialidá


"Llegué tarde ¿se asustaron, nocierto?"





¿Patico, de faso?: "Nada que ver, sólo estoy imaginando que hago un gol"





El Dibu se la apoya a Patico



El Dibu y Patico planean el gol limeño




Diego, cuando todo estaba 0-0






Culo mirando al Sudeste


Volvió la magia


Todo es desorden, incluso antes




El Dibu mea al campo




"El arco es un poco grande..."




Andrés gana el sorteo previo



Patico saca velozmente al equipo


"Pan, (queso), pan, (queso)..."


El Arquero rival : "Me aburro"


"Mi reemplazo natural es Patico"

"Me veo de 3"

"Diego" Ramone: "Se nos escapó sobre el comienzo"


Lautaro señala lo que vendría a ser su rodilla



"Poten, aprendé a definir, je, je"

Gol, gol, gol, en tu cabeza hay un gol...

Todo es alegría y distensión

Vista panorámica de la pelada del Poten


"La delantera somos Víctor y yo, papá"


El corazón con agujeritos

Un equipo verdolaga sin alma cayó vapuleado por 6 a 1 frente a un pragmático El Taladro. Tristeza total por el profundo retroceso futbolístico. Patico, el impensado goleador.

Con ínfimos detalles que la distinguen de otras anteriores, La Lima tuvo este sábado una nueva presentación de aquellas que son guardadas en los archivos en la odiosa carpeta rotulada como "Catástrofes del fútbol". Goles antes del primer trote, distracciones fatales, maltrato al balón, mala suerte, son algunas de las características que, poco a poco, el conjunto limeño va volviendo constantes, cada vez más perdido en su laberinto.

Con la ilusión de revertir el 1-4 de la fecha anterior, el verde saltó a la cancha con Diego, en el arco, Patico (que volvía) de líbero, el Colo y Javier G. por las puntas y Mauri de seis; en el medio, Seba fue como 5, junto a Lautaro, más el Primo y el Dibu; arriba, Andrés y el Poten.

A los tres minutos de juego, el verde ya perdía 1 a 0, tras una subida por derecha de El Taladro, que culminó en un centro al área. Sobre el punto del penal, Javier G. pifió lo que debía ser un furibundo rechazo y la pelota le quedó servida al delantero taladrense que estaba a sus espaldas, quien no dudó al definir.



Javier G.: "Sí, le pifié maaal"

Otra vez la misma historieta: revertir de entrada un resultado adverso. ¿Con qué? Con poco, sólo algunos intentos de quienes más saben con la pelota en los pies y el ímpetu a la hora de marcar, que, aunque saludable desde lo actitudinal, no oculta serias deficiencias en la coordinación colectiva y a menudo acarrera tarjetas o jugadas con pelota detenida, que cada vez traen más dolores de cabeza.

Como la que derivó en el segundo gol sureño. Un ataque intrascendente por izquierda derivó en un cambio de frente a la altura del área grande limeña. La jugada podía terminar ahí, bajo el dominio de la defensa limense, pero otro jugador banfileño se apoderó del balón y Seba lo derribó, ya sobre el costado derecho. Cuando algunos empezaban a preocuparse por lo riesgoso del tiro libre, la pelota ya había ingresado al arco: el rival no pidió distancia (en rigor nadie se paró delante de la pelota) y remató sorpresivamente al segundo palo de Diego, que no atinó a desviarlo. El 0-2, absurdo a pesar de lo poco mostrado hasta ese momento por parte del verdiblanco, fue el principio del fin.



Parece imposible, pero la pelota no la tiene ningún limeño

Sin llegar a ensayar respuestas sólidas ante la adversidad, al menos puede rescatarse que el verde no apeló al juego brusco, salvando su puntaje de conducta. Sin Víctor (acaso el mejor jugador limeño de la temporada) ni Rodrigo, el Primo poco demoró en darse cuenta que estaba solo. El resto del equipo se olvidó del arco rival y buscaba tocar la pelota, algo que le sale a veces, y cuando no, le genera una y otra jugada de riesgo en contra.

Por si fuera poco, el desorden en el que caen las líneas limeñas generaba la ilusión óptica de la inferioridad numérica, y a El Taladro le sobraba la línea de fondo: en el mejor de los casos, espectadores de lujo, y en ocasiones, hasta protagonistas de la ofensiva flúo.


La Lima careció de respuestas

Antes del final del primer tiempo iba a llegar el tercer y lapidario gol taladril: la defensa, que una y otra vez recibía todo lo que más arriba no se podía contener, tira mal el offside y desde la derecha del ataque banfileño llega un centro al área. Mano contra cabeza, arquero contra delantero, Diego pierde y es gol, nomás.

En el entretiempo, la posibilidad de una variante (Guille estaba en el banco) resultaba insuficiente, ante los numerosos pedidos para salir. Finalmente, Lautaro, resentido en su lesión de los meniscos, dejó su lugar al viedmense, y el Primo (lesionado por una fuerte paralítica) quedó disminuido para afrontar la segunda parte.



El Primo: terminó lesionado

La Lima intentó jugar como para merecer el descuento, pero el complemento le deparaba aún más golpes. A los pocos minutos, con el equipo adelantado, Patico intenta dominar una pelota sobre el mediocampo y resbala. El Primo, que no estaba bien, es anticipado y la pelota en poder del rival transformó todo en un fugaz contragolpe coronado en gol. Así de implacable es la realidad con este equipo.

Luego del 0-4, llegarían, en minutos, el quinto y el sexto gol, indefectiblemente. No importan las circunstancias en las que estas dos conquistas se produjeron, nadie las recuerda, y sólo sirven para alimentar el ego de J.P. Cabana, el centrodelantero flúo, que marcó 4 goles, y ya está en lo más alto de la tabla de goleadores del campeonato. La Lima tuvo un par de chances: el Poten se comió el descuento al pegarle mal de zurda, luego de un increíble dribbling de Javier G. ingresando al área, y el mismo Javier G. no alcanzó a conectar un centro desde la izquierda, tras una subida del blogger.

Apenas hubo tiempo después para limitarse a evitar un séptimo gol, como sea. La anécdota, la nota de color dentro de una tarde tan gris, fue el gol del honor limeño. En una de las poquísimas incursiones verdolagas allende la línea del mediocampo, el Dibu soltó el balón dentro del área para que Patico, inesperadamente ubicado en esa zona de la cancha, definiera de frente al arquero y saliera festejando su conquista (la segunda de su cuenta personal en su historia como jugador limeño) con frenesí y ciertamente excitado, junto a Guille, su compinche. Minutos después, piadoso, el juez terminó el encuentro a tiempo, evitando lacerar aún más el herido espíritu limense.

La Lima conoce bien esta historia, digamos que la conoce demasiado. Es hora de escribir un libreto distinto.

sábado, 26 de julio de 2008

A cerrar el arco

La Lima juega esta tarde su cuarto partido del Clausura. Tiene el arco lleno de agujeros y, por si fuera poco, enfrenta a El Taladro, desde las 15. Sobre llovido...

Si la lógica de la irregularidad del equipo limense sigue vigente, el pronóstico para esta tarde es más que alentador, ya que a la contundente paliza del sábado anterior (1-4 frente a 11 Leoni) le debería seguir una victoria coronada por el buen juego. Ojalá se de, pero lo cierto es que La Lima presenta algunas complicaciones para conformar el once titular, tras la baja de algunos jugadores. Ni Víctor (suspendido) ni Rodrigo (lesionado) ni Lean (también lesionado) podrán jugar esta tarde.

Los trece que aseguraron su presencia para enfrentar al equipo naranja son: Diego, Javier S., Javier G., el Colo, el Dibu, Seba, Mauri, el Primo, Andrés y Poten (presentes el sábado pasado), más los regresos de Patico y Guille, y el debut en el torneo de Lautaro.




La cuarta fecha

En la zona E, 11 Leoni marcha puntero con tres triunfos sobre tres jugados, seguido de cerca por Toulouse (equipo al que enfrenta esta tarde), que ganó los dos que jugó. Más atrás, Vecchia y El Taladro suman 4 puntos, mientras que La Lima marcha penúltima con 3 puntos superando a Los tintos e Interdam, equipos que perdieron todos los partidos jugados hasta ahora.

Se confirmó esta semana que prosperaron las intensas gestiones del delegado limeño, el Poten, y finalmente le fue retirado al verdolaga el punto adicionado incorrectamente en su puntaje de conducta. Según fuentes del predio, en la primera fecha fue informado como amonestado el Primo, pero en aquel primer partido el verde no tuvo ninguna tarjeta. Como corolario de un breve intercambio de mails, Mariano contestó que "lo de la amarilla para el otro sábado la sacamos; confiamos en vos y en los chicos en que no se la sacaron y creemos que el árbitro se haya confundido. Cómo no creer en ustedes si ustedes confian en nosotros, o no?", dando por cerrado el tema y dejando bien en claro la buena onda que el predio tienen con el tradicional conjunto veriblanco. Desde la institución santolagunera agradecieron el gesto.


Así está la zona E
El verde buscará mejorar lo mostrado en ocasión del último encuentro, y lo cierto es que con muy poquito le alcanzará. Aunque sería muy positivo cerrar el arco propio, de todos modos intentará quedarse con una nueva victoria, para comenzar a revertir la malaria de los últimos dos meses y medio, en los que jugó 8 partidos, ganando solo dos y perdiendo 6, con el dato tremebundo de haber recibido 23 goles (promedio de casi tres por partido) en ese lapso.






El Taladro, rival de esta tarde

viernes, 25 de julio de 2008

Fotos antes y despues de los leonis



Not dead



"Encontré un nabo que me compraría la carrindanga, ja, ja"





La Lima dividida por el tema de las retenciones



Diego muestra las manos antes del partido, y bromea: "Estoy a favor de las retenciones, ja, ja"





Agustín le patea a su padre, el Primo





Diego hace sombras chinescas sobre el pasto: "Mirá, te hago una tijera"





La sonrisa señala que la foto es previa al partido


Un vestuario al aire libre

Este es el verdadero Vaca


"No fue mi mejor partido, puede ser"

Primo: "Mi voto no es positivo"


Javier G: "Mi dóping no es positivo"


"Mi remera es positiva"




Seba no se quiere ni levantar



El Poten parafrasea a Reutemann: "He visto algo horrible"

El Colo: "...y escucho que me dice `¡Mía´..."


Lean se hace el piola


Víctor adoctrina a Mauri sobre cómo ser echado por pegar


El Vaca: "¿Y hasta cuándo tengo que venir?"