martes, 24 de noviembre de 2009

jueves, 19 de noviembre de 2009

"¡La tenés Inside!"

Es lo que repiten los jugadores limeños incesantemente tras eliminar, justamente, a Inside, el primer rival del Torneo de Buena Conducta. ¿El motivo de tanta euforia? Con el 3 a 1 del último sábado La Lima hilvanó la tercera victoria consecutiva, algo que no había pasado jamás en los últimos 5 años. Y va por más.






Dibu y Seba, de muy buen ánimo









Ya se respiraba en el aire durante la previa. El humo del tabaco de Mauri y Diego (de eso hablamos) representaba ni más ni menos que la fragancia de la tranquilidad y la seguridad de un plantel que hoy por hoy se encuentra atravesando la mejor racha del último lustro. Es que el pase a 16º de final del Torneo de Buena Conducta coronó una serie impresionante de dos victorias al hilo y abrió la posibilidad de quedar en la historia, de cara al compromiso frente al accesible Inside.







Javier G. se asegura de que vengan todos



Muy cierto es que La Lima viene logrando desde hace tiempo jugar el famoso "partido 13" de alguno de los dos torneos anuales, ya sea por clasificar al Torneo Posta o por lograr meterse en el reducido de Buena Conducta, un minicertamen que año a año capta mayor interés, sobre todo en aquellos equipos algo modestos. Pero también hay que señalar que, casi como una maldición, al verde le ha tocado la mayor parte de las veces quedarse afuera en la primera instancia eliminatoria, muchas veces con equipos pedorros o mediante la lotería de los penales.



La conjunción de ambas costumbres, la de no abrochar tres triunfos consecutivos y la de quedarse afuera en la primera cambio, podrían haber significado una mayor presión para este equipo que, no obstante, tiene hoy en su fortaleza anímica su arma más eficaz.





Una nueva convocatoria exitosa (otra vez doce) reflejaba que el sorpresivo cimbronazo que significaron los casi seis meses sin victorias había quedado definitivamente atrás. La Lima dispuso para el comienzo del encuentro una formación con Diego en el arco, Javier G., Mauri, Dibu y Javier S. en la zaga, un mediocampo con Víctor, el Vaca, Rodrigo y el Primo, y una delantera formada por el Gufy y el Poten. Seba quedó en el banco de suplentes por un rato.







Sin abundar en detalles (el cronista se vio obligado a retirarse por un rato), se puede decir que, sin ser superior, Inside logró ponerse en ventaja a poco de comenzado el partido, tras una desinteligencia de la defensa limeña luego de un saque lateral. La Lima se lanzó enseguida a la búsqueda del gol que empardara y cerca estuvo, en los pies del Poten y en la cabeza del Vaca, de lograrlo.





El rival daba ventajas pero se encontraba con el marcador a favor y cuidaba la victoria. Hasta que a poco del final del primer tiempo, el Gufy recibió un taco del Poten (el exceso de habilidad le significó al barbado un desgarro en el muslo derecho, que lo sacó de la cancha hasta el año que viene), enganchó y sacó un zurdazo al primer palo, para clavar el 1 a 1.

Así quedó la pierna del Poten

El primer tiempo terminó empatado, La Lima metió el cambio forzado (Seba por Poten) y reacomodó las líneas para salir a ganarlo.


El complemento mostró un verdolaga superior a su rival, y tempranamente se iba a dar vuelta el resultado. Tras una confusa jugada en el área, el Vaca atropelló y puso el segundo gol limeño.


Con el resultado a favor, La Lima se limitó a administrar los tiempos del partido, y pudo aumentar, con un pelotazo a quemarropa de Mauri, que el arquero sacó muy bien. Sobre la hora, Inside casi lo empata cuando el arquero subió a cabecear una pelota parada, entró solo por el segundo palo y por muy poco no conectó.


Ya en tiempo de descuento, el juez sancionó un tiro libre en el vértice del área, favorable a La Lima. Rodrigo, resentido en su lesión de rodilla, se hizo cargo de la ejecución. El disparo, bajo, rozó la barrera y se desvió hacia el segundo palo, cuando el arquero ya se había movido y nada podía hacer para evitar el tercer gol.



La pelota ya está "Inside": es el tercero


El juez cerró el partido y el verde volvió a festejar, por tercer sábado consecutivo. Tres partidos ganados, 10 goles a favor y la deuda pendiente: volver a cerrar el arco propio, algo que no logra desde hace 8 meses (26 partidos). Por lo pronto, ya repitió una marca que no lograba, por lo menos desde el 2004 (las estadísticas consultadas cuentan desde el 2005 hasta la fecha, y nunca hubo tres partidos ganados seguidos en más de 120 encuentros)


La próxima cita será por octavos de final frente a Merengues. Habrá que ver quién está "más dulce"

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ultimas postales del Clausura 2009


Mauri y Diego, metidísimos en el partido que se viene en media hora


Rodrigo, uno que vuelve



Lipu cuenta sus andanzas en el Bimbo

El Primo prepara la goleadora

"¿Y esto cómo se enrolla?"



Último partido antes de Amanda

"Che ¿si ganamos, clasificamos?", preguntan para que escuchen las fans


Final del partido


El Poten amenaza al Primo


El Vaca no recuerda cuándo se ganó dos sábados seguidos por última vez



A Javier G. lo estuvieron viendo enviados de Paco Casal

Javier G. se hace el langa

A dos birras


Todo un padre de familia

A tu salud, Lima


















Esa costumbre de ganar



El verde no quiere despertarse de este sueño: ganó su segundo partido consecutivo y cerró un Clausura en pleno ascenso. Venció 4 a 3 a Gino Renni, con golazos de Vaca, Víctor, Gufy y el Primo. Ahora va por el Torneo de Buena Conducta.
Si algo hacía falta para demostrar que los casi seis meses sin victorias fueron nada más que un mero bajón momentáneo, como los que hasta los mejores equipos a veces padecen, era volver a ganar tras el 3 a 1 del fin de semana anterior frente a Bergamasco. Si aquella victoria no había sido fruto de la casualidad, ésta era la oportunidad para reafirmar que, acaso un poco tardíamente, el verdolaga estaba experimentando su verdadero despegue futbolístico, tras casi un semestre de carreteo.
La inyección anímica que significó llegar a la mitad de la tabla con los tres primeros puntos (la página del predio publicó la tabla de posiciones de la zona B con La Lima superando a dos equipos con 7 puntos, error tipográfico que motivó al golpeado plantel albiverde), tuvo su correlato directo tan sólo 7 días más tarde, cuando la convocatoria superó los 11 jugadores, casi sin invitados. Era la ocasión para sextuplicar el puntaje obtenido en la primera ronda (un punto), justo frente a un rival que en la ida había derrotado a La Lima por 4 a 3.
Para el inicio del encuentro, el verde dispuso a Diego en el arco, Lipu de líbero, Javier G. de segundo marcador central, Andrés de cuatro y el Dibu de tres; en el medio, un doble cinco con Rodrigo (que ya había estado presente unas fechas antes) y el Primo, el Vaca por derecha y Víctor por izquierda; arriba, dos "pesos pesados": el Gufy y el Poten (casi 200 kilos de fútbol). Mauri quedó en el banco de suplentes, para entrar en la segunda mitad del cotejo.
Por cuestiones de espacio, la crónica prescindirá de detalles que merecen ser guardados en el olvido absoluto. En cambio, se señalará que el primer tiempo terminó con el marcador favorable al conjunto santolagunero, gracias a un golazo del Vaca, quien en una de sus escasas intervenciones penetró en ofensiva por la derecha a la última línea del rival y sacó un disparo desde posición cerrada que se clavó en lo alto de la valla, no sin la inestimable colaboración del guardameta contrario.
La Lima vuelve tras el gol del Vaca
Para el complemento, La Lima salió a jugar dosificando el despliegue en ataque, aprovechando la ventaja a favor y evitando el desgaste de sus volantes. Esto no le impidió aumentar a poco de comenzado el segundo tiempo, con una exquisita definición de Víctor por sobre el arquero, luego de maniobrar en la puerta del área.
Víctor, presente otra vez en el tanteador
Con el 2 a 0 a favor, parecía difícil no llevarse los tres puntos. Más aún cuando minutos más tarde el juez expulsó a un rival, por protestar reiteradamente. Pero los papeles comenzaron a quemarse cuando, con diez jugadores, Gino Renni consiguió el descuento, tras una pelota parada que cayó en el área con una defensa limeña estática.
Quedaban 15 minutos todavía, La Lima se quedó un poco, y el rival aprovechó las pocas situaciones que se le presentaron. Pocos minutos más tarde, Andrés cede una pelota a Lipu, quien falla ante la presión del delantero contrario y la pierde. Cara a cara con Diego, el rival define abajo y clava el empate. La Lima regalaba una victoria que parecía inexorable.
El partido estaba para cualquiera, y se puso más intenso. Por fortuna, el verdolaga no demoró mucho en ponerse nuevamente en ventaja, cuando el Gufy recibió de espaldas una pelota del Primo, giró y desde fuera del área sacó un latigazo alto y potente que selló el 3 a 2. Ahora sí, parecía que no se escapaba.
La Lima reagrupó líneas, para defender el resultado y jugar de contra. Así fue que a poco del final un fulminante avance por izquierda derivó en una pelota para el Gufy que sin dudar puso un centro al segundo palo, bajo, por donde llegaba el Primo, para conectar el cuarto tanto limeño. Goleada para despedirse del torneo.
Pero quedaría tiempo para algo más. En el último de los tres minutos adicionados por el juez, otra vez en una pelota parada, la defensa limeña pierde las marcas en un córner y Gino Renni cierra el 4 a 3 definitivo. Fue victoria limeña, pero quedó la sensación de que se sufrió más de lo merecido por errores reiterados que complicaron un poco las cosas.
Toda la buena onda del Dibu
La Lima cerró su participación en el Torneo Clausura, un certamen en el que se puede decir que las cosas no le salieron tan bien cómo se esperaba. Lamentablemente, el campeonato terminó justo cuando ganar se empezaba a hacer costumbre. Ahora, deberá aprovechar el envión para superar etapas en el Torneo de Buena Conducta y, quién dice, terminar el año a toda fiesta.


Chau Clausura

domingo, 1 de noviembre de 2009

Una tarde hermosa


Bajo un diluvio, La Lima volvió a ganar luego de 175 días y sumó de a tres por primera vez en el Clausura. Diego (amigo de Gufy), Mauri y Víctor, los goleadores del 3 a 1 a Bergamasco.
"No hay mal que dure 6 meses", decían los jugadores limeños más optimistas en la previa de uno de los últimos partidos del año. Y se referían, precisamente, a que el próximo 9 de noviembre se cumpliría medio año desde el último triunfo de La Lima (4 a 1, frente a SC por la 3º fecha de la 2º ronda del Apertura), período en el que jugó 15 partidos (uno de ellos amistoso), empató 2 y perdió los otros 13. Bajón futbolístico, prolongadas ausencias de algunos jugadores del equipo base, mala suerte, pobre estado físico... todo se fue conjugando para que La Lima pasara a ser un equipo acostumbrado a perder.


Con dos fechas por delante, más una eventual participación en el torneo de Buena Conducta, la de ayer era una de las últimas oportunidades para retornar a la senda del entusiasmo y cortar, de cuajo con un racha de 6 derrotas consecutivas. Enfrente, un muy debilitado Bergamasco, que con varias bajas en el equipo que peleara los primeros puestos de la zona B en la primera ronda, ahora discutía la última posición con el "verde", tras 5 derrotas consecutivas y ningún gol a favor (10 en contra). Sea como fuere, y como sucediera desde hacía meses, para La Lima ya no había rivales accesibles.

Graficando lo penoso del presente limeño, 48 hs. antes del encuentro ningún jugador había confirmado su presencia, y tres horas antes, en el mediodía del sábado, faltaban todavía tres para llegar a los once reglamentarios. Los ruegos por feroces tormentas que postergaran nuevamente la fecha ya no habrían de dar resultado, y el partido se acercaba, inexorable. Finalmente el verde logró convocar a once: Diego (que fue padre unas horas antes), Javier G., Javier S., Mauri y Andrés, para jugar atrás; en el medio, Seba, Poten y Víctor por derecha e izquierda respectivamente, y el Primo (apareció de sorpresa justo cuando La Lima puteaba por lo bajo por el desplante del Vaca) cerca del veterano volante central; arriba, el Gufy y Diego, su invitado, quien, disminuído por una lesión en los gemelos, se paró de centrodelantero.

A cinco minutos de comenzar el encuentro, tras varios días de amenaza, se desató la lluvia que ya nadie esperaba. Los jugadores se cambiaron apurados y saltaron a la cancha 4, justamente el escenario del último triunfo limeño, a jugar bajo un aguacero cada vez más intenso y un viento de norte a sur que complicaba más las cosas.

En el comienzo, la iniciativa fue claramente de Bergamasco, que no se metió atrás y jugó más verticalmente. La Lima intentaba abroquelarse sin perder el orden en un terreno en el que se hacía difícil hacer pie y llegar a tiempo a cortar el juego. Bergamasco avisó enseguida, con una buena combinación de sus volantes por el sector izquierdo, que llegaron al área ganando la espalda de la última línea verde y definieron defectuosamente.



Las réplicas limeñas expresaban la voluntad del equipo por ganar el partido, más allá de la claridad con la que se desarrollaban los intentos. Víctor rompía líneas con su potencia por la izquierda, Gufy y Diego buscaban por los huecos que dejaban los zagueros, pero la pelota y el campo de juego se combinaban arruinándolo todo.


Así se jugó todo el partido


Cierto desorden a la hora de la marca, inclinaba la balanza para el lado de Bergamasco, sobre todo en el sector central. Con el paso de los minutos, el buen pie del Primo se adaptó al terreno, el Poten dejó de debatirse entre salir a apretar o esperar un poco, y la defensa limeña encontró algo de respiro. Sin embargo, Bergamasco insistía y Diego, el arquero verdolaga, tuvo un par de acertadas intervenciones que mantuvieron, desacostumbradamente, el cero en la propia valla por todo el primer tiempo.


Tampoco pudieron concretarse las dos o tres chances de quebrar el cero que tuvo La Lima , con disparos de Víctor y Gufy, y el pitazo del árbitro selló la paridad al cabo de la primera mitad.

En el entretiempo aflojó un poco la lluvia, aunque el campo de juego quedó muy pesado, algo que emparejaría el desempeño de los dos equipos. La cancha, acaso la más grande del predio, brindaba espacios para el juego, que se hacía lento.

A poco de comenzado el segundo tiempo, La Lima intentó avanzar sobre terreno bergamasqueño, y muy cerca estuvo de quebrar el cero con una contra que llevó el juego de derecha a izquierda, hacia la posición de Víctor. El delantero eligió descargar hacia la media luna, en lugar de patear al arco, y la defensa rival inició una réplica implacable. El equipo verdolaga, jugado en ataque, quedó mal parado frente a la contra vertical del rival: ni Andrés ni Javier G. lograron abortar el contragolpe que culminó con un toque sutil del delantero por sobre Diego, que salía. El gol, el primero del rival en toda la segunda ronda, fue gritado exageradamente, y más de uno pensó que se terminaba el partido.

Pero no fue así. Algo iba a ser distinto esta vez. La Lima no se dejó invadir por ningún sentimiento derrotista, y herida en su orgullo se rebeló futbolísticamente. Esta vez, las cagadas a pedos mutuas entre los jugadores limeños redundaron en un esfuerzo extra que permitió dar vuelta las cosas.

En pocos minutos, La Lima ya se encontraba a tiro del empate. Un nuevo avance terminó en córner desde la derecha del ataque limeño, el Poten lo ejecutó a media altura y Mauri cabeceó al gol. La pelota se desvió justo en un rival, y nuevo córner; esta vez, el Poten tocó corto al Gufy, que devolvió atrás de primera, a pesar de la disconformidad con la opción de parte de algunos que esperaban el centro "de una". El Poten quedó perfilado para la zurda, una de sus dos piernas débiles, y envió un centro en línea recta al segundo palo. Dentro del área, Mauri rozó la pelota, nadie despejó, y Diego terminó empujando al fondo del arco. Era el 1 a 1, y faltaba bastante.

Bergamasco sintió el impacto, tras el empate, y La Lima se envalentonó. Pudo aumentar el rival, cuando tras una serie de intentos fallidos dentro del área Andrés logró despejar agónicamente sobre la línea.


La paridad no duró mucho tiempo. En otro ataque limeño, el Gufy fue derribado justo cuando iba a definir, pero el juez señaló un nuevo córner, otra vez desde la derecha. El Poten volvió a ejecutar, y Mauri, nuevamente, conectó un potente cabezazo al primer palo, señalando el segundo gol limeño.

Mauri festeja su gol, bajo la lluvia

No quedaba mucho tiempo más, y La Lima trató de mantenerse ordenado atrás, para defender la victoria. Agotados, los jugadores verdolagas se dejaron ganar por los nervios y generaban algunas faltas, brindando innecesariamente la tenencia de la pelota. La defensa se afirmó y junto a Diego intervino sin fallas para cerrar el arco.

Ya en tiempo de descuento, La Lima aprovechó una contra bien manejada por el Primo, que cedió a Víctor sobre la izquierda. Ante la salida del arquero, el ahora volante limeño definió sutilmente por arriba y al segundo palo. Con el tercer gol consumado, el árbitro bajó la persiana.

La Lima se reencontró con la victoria, tras casi seis meses sin alegrías y a pocos días de terminar el torneo. Será hora de dejar atrás uno de los períodos más negros en materia de resultados y recuperar la mística de este equipo que no para de resucitar.