domingo, 29 de junio de 2008

¿Vuelve a las fuentes?

(Esta nota debió ser publicada el pasado 29 de junio)
La Lima reinició sus tareas de cara a la segunda parte del año. Jugó su primer amistoso a sólo diez días del inicio del Torneo Clausura, y volvió a mostrar sus rasgos distintivos: problemas para llegar a once, falta de estado físico, ritmo anodino, abultado resultado en contra e inexplicable puntualidad a la hora de poner hasta el último centavo. Toda una cita con el pasado.
Tras un parate que registra escasos antecedentes, La Lima se hizo cargo de su compromiso por volver a participar del Torneo Clausura y decidió hacer una serie de ejercicios que a menudo reciben, en conjunto, el nombre de "partido de fútbol". De carácter amistoso (no había puntos en juego, ni árbitros, ni límite para realizar variantes), el encuentro enfrentó al verdolaga con Inter, un buen equipo de frecuente participación en los certámenes de los hermanos Altavista.
Para la ocasión, pudieron apuntarse numerosas ausencias: Diego, Patico, El Cabo (se desconoce si ya quedó en libertad de acción), Lautaro, Seba, el Primo. Muchos jugadores faltaban como para poder armar un ensayo cabal.
Los doce que jugaron el único amistoso de invierno
La Lima formó con Mauri en el arco (en el primer tiempo), Lean, Javier G., Javier S. y el Colo, en la defensa; en el mediocampo, Rodrigo, el Dibu, Guillote y Alexis (flamante incorporación limeña), y arriba Andrés (atajó en la segunda parte), Poten y Víctor, rotando cada veinte minutos.
Mauri, ocupando el lugar de Diego
Los detalles del juego no vienen al caso. En primer lugar, porque en poco pueden favorecer la imagen del alicaído team limeño; y en segundo lugar porque ya pasó una buena cantidad de días como para que quien esto escribe recuerde algo más que el triste resultado: un 0-4 que dejó el sabor amargo (y conocido) de las derrotas lapidarias.
Javier G. recoge el balón, tras el 2º gol de Inter
Mauri observa como la pelota ingresa inexorablemente en el arco limeño. Era el 3º de Inter
¿Atenuantes? Muchos, es cierto: ausencia de jugadores importantes, ausencia de jugadores no tan importantes, pero vitales a la hora de encontrar un chivo expiatorio, falta de estado físico, falta de fútbol, secuelas de la eliminación del Torneo de Buena Conducta (tan sólo 672 horas antes) e inclemencias climáticas. De todos modos, lo pobre de lo demostrado en esta ocasión enciende una luz de alerta sobre lo que se viene: La Lima logró en los últimos cuatro meses casi tantos puntos como los que cosechó en los últimos dos años, y este "revival" futbolístico de los últimos partidos implica un peligroso e indeseable retroceso hacia los peores momentos de su historia, giro que ya mismo debe revertir.
Javier G. rechaza como puede

Lean, lesionado, se las arregló como líbero

Javier S. hace un lateral y saca cola

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno lo de los "atenuantes"... humor fino, sutil