lunes, 2 de junio de 2008

Q.E.P.D.

Colaboración especial: el Colo

La Lima tenía un hombre más y perdió 5 a 1 con Ataúd. Quedó afuera del Torneo de Buena Conducta y ahora sólo quedan los amistosos y esperar al próximo torneo.

La asistencia fue buena: 14 jugadores. El partido lo ameritaba: se iniciaba el torneo de Buena Conducta, a simple eliminación, y cada encuentro era una final.

La Lima arrancó con el siguiente equipo: Diego al arco, Javier G. y Mauri de centrales, Javier S. y el Colo de marcadores laterales. En el medio, el planteo horizontal que tan buenos resultados ha dado: Seba y Lautaro en el medio; Dibu y Rodrigo por las puntas. Arriba, Víctor y Andrés. Afuera, alentando y sacando fotos, Guille, Poten y el Cabo con sus hijos.
En la primera parte no pasaba nada, lejos de los arcos y perdidos en un juego intrascendente que iba de un área a la otra. La Lima tenía un jugador más, y eso pareció plantear de movida una ventaja para el equipo albiverde.
A los 14 minutos de juego, se sancionó un tiro libre desde la derecha del ataque de Ataúd, luego de una falta menor de Javier S. Desde ese sector cayó un centro que fue impactado por un solitario cabeceador, ante la mirada respetuosa de todos los limeños. El balón pegó en el travesaño y entró, superando apenas el esfuerzo de Diego. Era el 0 - 1, inesperado para la parcialidad verdolaga.

El team verdoso salió con nuevo ímpetu, ya no a ganar, sino a empatar, pero el mediocampo no encontraba la bocha, que volvía y volvía hacia una defensa con muchas dudas. Arriba, Andrés y Víctor nunca recibían pases claros.

Cuando La Lima trataba de encontrar su juego, llegó la segunda puñalada: un desacople defensivo por el medio dejó mano a mano a un volante sarcofaguiano, que sin apuro por detrás (nadie quiso molestarlo con su marca) ni por delante (Manotas no achicó), pegó un puntazo de zurda y la mandó al lado del palo. El 0-2 parecía un excesivo premio a la efectividad, ya que el conjunto azul había llegado tan sólo en dos oportunidades.




De los verdolagas, sólo una llegada en profundidad de Rodrigo, por izquierda, que definió luego de eludir al arquero y fue despejada por un jugador funerario y un cabezazo de Javier G., tras un córner enviado por Andrés.

En el descanso se vio una edición de un nuevo clásico limeño: tsunami de cambios. Entraron el Cabo, Guille y Poten, por Mauri, Colo y Dibu, respectivamente. La Lima armó línea de tres con Javier G., el Cabo y Javier S., Guille sumó dinámica por izquierda y Poten se paró como tercer delantero.

El verdolaga salió con todo a dar vuelta el partido, pero Ataúd no era un mal equipo y la cancha pequeña hacía que no se notara el hombre de más de la Lima. A los 7 minutos de comenzado el segundo período llegó el tercer gol velatorio, otra vez de pelota parada. Tiro libre desde la derecha, muy llovido al segundo palo, por donde ingresaba un delantero fúnebre. La marca del Cabo fue insuficiente, y el cabezazo del rival se coló entre Diego y el primer palo.

Con el 0-3, no había estado anímico que resistiera. Pero la verdadera clausura del encuentro la formalizó el Cabo al tocar con la mano (dentro del área) una pelota intrascendente, que llegaba como centro desde la izquierda de la defensa ("de esta forma demostró su particular compromiso con la institución limeña", se escuchó en vestuarios). Penal, gol y chau torneo.



Los minutos restantes, La Lima trató de mostrar algo de dignidad, pero arriba no generaba peligro y abajo temblequeaba. Así llegó el quinto gol: de un rebote en la barrera , tras un tiro libre a favor en el área rival, la pelota cruza todo el mediocampo y agarra mal parada a la defensa. En feroz contragolpe, un delantero sepeliano supera a Javier G., encara a Diego y remata abajo un zurdazo al primer palo.



Como anécdotas del partido quedaron el zurdazo de Lautaro desde la medialuna que significó el descuento de La Lima cuando quedaba muy poco; el fervor de Seba, que le dijo al referee “Sos un payaso, andá a la concha de tu madre” , tras lo cual el agredido manifestó su desagrado por la imputación y el envío con una tarjeta roja; los berretines de un pelotudo de Ataud llamado Palumbo, que debió ser ajusticiado por algún limeño; la nota humorística, con el pretendido saque de arco de Diego luego de un gol inapelable (la pelota pasó por debajo de la red) y el nauseabundo olor a animal muerto, en el aire toda la tarde, como un efecto aromático que los verdugos limeños usaron como onceavo jugador.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Puta, Ataud nos metió en el idem. Pido disculpas por mi involuntaria borrada. Si hubiese estado yo en la cancha... no sé... Bien por la crónica y las fotos: a ver cuándo cerramos esta primera parte del año con un asado.

Anónimo dijo...

Con Lean en la cancha todo hubiera sido distinto.. Muy buenas las fotos, me gustaron los epígrafes de la 12 y la 23 (desde arriba)
Saludos, manga de fracasados

Colo

PD: Muy linda también la foto y la leyenda que encabeza el blog