miércoles, 22 de abril de 2009

Será la próxima

La Lima empató 2 a 2 con Deportivo Pasto y se quedó sin clasificación. Gran recuperación del equipo, que perdía 2 a 0 y casi lo gana. Ahora, a esperar la próxima ronda.





Había que ganar o ganar. No quedaba lugar para segundas opciones, máxime cuando un rato antes Caballos había ganado por 2 a 0 a Azul, y de esta manera relegaba al verde al tercer puesto. El escenario, un obstáculo extra: la enlechada cancha 10, algo que ya de por sí parece condicionar el rendimiento verdolaga. Como si no hubiera suficientes problemas, la logística limeña tocó su punto más bajo en lo que va del torneo: el plantel olvidó las camisetas, el Poten se olvidó las pilas, y hubo que pedir también un par de guantes prestados. Todo esto después de una semana en la que las confirmaciones, demasiado tardías, se hicieron desear, trasluciendo un ánimo que poco tenía que ver con el que se espera de un equipo que está peleando su última chance de clasificar.



Algunos problemas para formar el equipo se conjugaron inoportunamente y La Lima terminó formando con valiosas ausencias: Guille fue al arco (volvió a pesar de seguir lesionado), Patico y Lean conformaron la dupla de zagueros centrales, Javier S. marcó la punta izquierda y el Colo hizo lo propio por el sector derecho; más adelante, por las franjas se pararon Damián y el Dibu, y en el centro de la cancha Javier G. , unos metros detrás de la posición del Primo; arriba, el debutante Cabeza y el Goofy, intentando reencontrarse con el gol. Afuera, para relevos posteriores, quedaron Mauri y el Poten, quien no se encontraba todavía recuperado del impacto frente a un arco, quince días atrás.



La Lima empezó el partido, frente a un rival que no contaba con la juventud como uno de sus virtudes, retrasada en el campo de juego y estancada en el sector medio. Aún sin pasar sobresaltos atrás, no lograba tampoco llevar peligro al área rival, y los primeros minutos se desarrollaron casi por completo en torno al círculo medio.


El peso del partido, en el que La Lima se jugaba todo, colmó de nerviosismo al plantel, y los errores habituales en el juego tomaban una dimensión exagerada: reproches, reclamos y un apuro por encontrar la ventaja que hacía las cosas más difíciles. El verde, cuando tenía el balón, intentaba jugarlo para adelante, pero faltaba el cambio de ritmo que dejara a más jugadores en posición ofensiva y los sacara del rol de espectadores. Quienes intentaron desequilibrar y lo lograron en la primera parte fueron el Dibu y el Primo, aunque los ensayos se frustraban rápidamente ante el faltante de socios.

La salida por los laterales y desde el fondo volvió a ser un dolor de cabeza para el verde, que al llevar el juego por el centro se enredaba en una zona en la que las cosas no siempre le salen bien. Y ese fue el camino que encontró el conjunto herbáceo para alcanzar la ventaja transitoria.

Cuando se llevaba medio tiempo jugado, Javier G. recibió de Javier S., que salía por la izquierda, e intentó cruzar un balón hacia la derecha, por donde despegaba el Dibu. El pase fallido fue interceptado por los rivales, que devolvieron una rápida réplica. Uno de los jóvenes delanteros "gramilleros" ingresó al área, juntó a tres defensores y cuando iba a perder el balón fue derribado por Javier G. (quien, con tremenda resaca, gestó y culminó la jugada del rival). El árbitro premió la atinada exageración del delantero sancionando penal a su favor. La pena máxima fue ejecutada por "Patito", el veterano 10 pastero y padre del delantero que volteara Javier G. en el área, con remate a media altura a la derecha de Guille, que se arrojó bien pero no llegó a desviar.


El gol se sintió en el ánimo limeño, el partido entró en una meseta y el juego verdolaga se debilitó más aún. Los esfuerzos del Goofy y el Cabeza, retrasados en el campo de juego, no eran suficientes, y sólo pueden contabilizarse como chances de gol un cabezazo del goleador limeño y un remate de media distancia de Javier G.

El líder de la zona pudo aumentar cuando un delantero joven y petisito hizo una apilada y rompió la línea defensiva por el medio. Al acercarse a la medialuna, Guille le gritó “¡Pateá!” y el rival pateó, estrellando la pelota en el palo derecho y, luego, en la cara del arquero suplente de La Lima.

Para el segundo tiempo La Lima realizó una variante: el Poten ingresó por Damián, y se ubicó en el mismo puesto como volante por izquierda. El cambio no fue acertado, ya que en los primeros minutos iba a significar en gran medida que Pasto aumentara la ventaja. En una de las primeras jugadas del complemento, el juez sanciona tiro libre para Pasto en tres cuartos de cancha, sobre la izquierda. El Poten y Javier S. se pararon para esperar el centro por el otro lado, pero una desinteligencia con el comandante defensivo de La Lima (Patico) les hizo perder la marca por un instante, que fue fatal. La pelota cayó delante de Guille para que el delantero herbívoro cabeceara fuerte al gol y pusiera a Pasto 2 a 0 arriba.

En ese momento Pasto estaba prácticamente clasificado: le sacaba tres puntos a Caballos y tenía algunos puntos de ventaja en la tabla de conducta, cuando restaba sólo un partido más. La Lima estaba más afuera que nunca de la pelea, pero no bajó los brazos.

El temprano error defensivo despabiló a tiempo a los cerebros tácticos limeños, que dispusieron inmediatamente un cambio para subir la apuesta a todo o nada: Javier S. pasó al medio, el Poten se sumaba a los dos delanteros y el verde pasaba a defender con tres zagueros. Quedaba poco mas de 20 minutos para intentar la hazaña.


Ahí el equipo cambió la actitud, y salió a jugárse la vida en terreno contrario. Con más ganas que fútbol, el verdolaga fue metiendo a Pasto en su campo y empezó a hacer méritos para descontar. Y el premio llegaría en breve.


La potencia siempre inquietante del Goofy (que anda con la pólvora mojada hace tres partidos) lo llevó a pelear y ganar una pelota sobre la derecha, para luego perfilarse para rematar de zurda. Cuando se esperaba el sablazo al arco, el robusto delantero vio al Cabeza subir por izquierda y le cruzó un pase preciso hacia adentro del área. El debutante, desde ángulo muy cerrado, remató por sobre el arquero, ante el esfuerzo infructuoso de un defensor que en la línea no hizo más que empujarla al fondo del arco. Era el descuento, la cosa volvía a estar como al comienzo del complemento, y La Lima iba por más.



El nerviosismo comenzó a adueñarse de los jugadores de Pasto, que recibían el segundo gol en lo que iba del torneo, y probaban metiendo a un púber de 15 años, otro hijo del 10. El rival tuvo su chance más clara cuando el volante por derecha se desplazó con la pelota de derecha a izquierda e ingresó al área; Guille repitió el recurso y lo alentó al grito de “¡Pateáme!”. Y pateó, nomás: Guille tapó a medias, el agresor botánico empujó al arco con la cabeza y el Colo despejó en la línea.


El partido creció en intensidad y así fue que a cinco del final, Javier S. cruzó la línea central, enganchó para el medio y cedió, vertical, al Poten, que habilitado por poco picó detrás de la pelota con rumbo al área. A pesar de los gritos rivales simulando la anulación de la jugada, el voluminoso delantero acomodó el acoplado en unos segundos que se hicieron eternos y ante la salida del arquero tocó exquisitamente por arriba, poniendo la pelota en el segundo palo. Golazo, y empate agónico que devolvía la ilusión y volvía a abrir la pelea de la zona E.

Los minutos finales, más el descuento, fueron vibrantes, con una Lima que pedía por favor que se respetara el tiempo perdido, sabiendo que si le daban la chance lo ganaba. Y casi lo gana con un remate del Cabeza que el arquero sacó con mano cambiada volando para atrás y con un tiro libre del Goofy. Pero no pudo ser, no alcanzó.



El final trajo una ambigua sensación, mezcla de bronca y satisfacción: el equipo demostró que está mucho mejor que en la temporada pasada y que con poco más podría haber ganado la ronda. Ahora tendrá otra oportunidad en breve, y buscará aprovecharla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muyu buena la nota poten, vamos que la ronda que viene ganamos los 6 partidos!

Victor

Anónimo dijo...

estoy muy disconforme con el perro que me tocó en la foto que abre el blog. Bien que el forro del Poten se agarró el ovejero alemán! Poten forro

Colo