Un punto que puede valer mucho

La Lima, que terminó jugando con nueve, empató 2 a 2 con Frapé, luego de ir abajo dos veces en el marcador. Se complica la clasificación, pero aún tiene chances.

El fixture deparaba una oportunidad inmejorable: Deportivo Pasto, el líder de la zona E, tenía la quinta fecha libre, y el verdolaga, a tres puntos, jugaba contra el irregular Frapé. La paridad en la tabla de conducta significaba que en caso de alcanzar la línea del líder, el verde debía cuidarse para no recibir tarjetas amarillas y quedar relegado a la segunda posición. Pero lo cierto era que había que ganar o ganar, más teniendo en cuenta que Caballos, el tercero en discordia, tenía, más tarde, un compromiso accesible con SC (N de la R: los equinos vencieron por 4 a 0).

La Lima arrancó el partido con Diego en el arco, Patico de líbero, Lean de seis, Javier S. y Dibu por las puntas; en el medio, Javier G. y el Primo, por el sector central, y Víctor y el Vaca, por izquierda y derecha respectivamente; arriba, Goofy y el Poten. En el banco de suplentes quedaron Andrés, Mauri y el Colo.

De entrada, el conjunto limeño tomó la iniciativa, parándose un poco más adelantado en el campo de juego, aunque con algunas dificultades para mantener la posesión del balón. De los volantes limeños, fue Víctor, volcado sobre la izquierda, el que más incisivo se mostró, desbordando y buscando la sociedad con el Primo y los de arriba.

Frapé aprovechaba la imprecisión en ataque de los limenses y devolvía con réplicas, no más ordenadas, que comenzaban a hacer trabajar a la zaga verdolaga, sobre todo cuando el equipo "fresco" atacaba con pelotazos cruzados. El partido no tuvo alto vuelo por un buen rato: los equipos fracasaban cuando se acercaban a las áreas y el cero en el tanteador era lógico.

Hasta que, impensadamente, iba a llegar la ventaja a favor de Frapé. La Lima intentó salir por izquierda, con Víctor en posición de tres, pero un pase fue interceptado por un rival, forzando a Javier S. a cometer una falta dudosa. El tiro libre desde muy cerca del vértice izquierdo del área grande, cayó en el área chica, sobre la posición de Manotas, que erró el golpe de puños y el balón, tras rebotar en un delantero, se metió en el arco. La Lima quedaba un gol abajo, y con la obligación de quedarse con los tres puntos.

Lo que sucedió el resto del primer tiempo fue demasiado poco como para lograr el empate: La Lima no jugaba mal, pero carecía de profundidad de tres cuartos para adelante, por lo que el partido estaba quedando para el equipo que menos se había equivocado.

Para el complemento, el verdolaga introdujo un par de variantes en la formación. Andrés (recién casado) ingresó por el Vaca y Lean, algo disminuído por una lesión muscular, dejaba su lugar a Mauri. La Lima se tomó el segundo tiempo como había que tomárselo: debía dar vuelta el resultado para tener derecho a soñar con el título.

De entrada, con una actitud y un temperamento reforzados, el verdolaga buscó meter a Frapé en su cancha. Se adueñó de la pelota, la jugó con mayor criterio, y cuando la perdía dejaba todo por la recuperación. Avisó por primera vez con una pelota que Víctor le puso al Primo, y éste casi conecta: el balón dio en el poste y se fue.

La presión constante en busca del resultado iba a rendir frutos a los pocos minutos. Tras un córner ejecutado desde la punta izquierda por el Primo, el arquero "frío" (de floja actuación) rechazó a medias y en el balcón del área, apenas volcado sobre la derecha, Andrés recibió el esférico. Con gran precisión y violencia, el ex soltero empalmó la pelota y clavó un disparo en el ángulo superior izquierdo del guardameta rival, señalando el empate y desatando el delirio del delantero y de sus compañeros.

Los breves minutos que duró la igualdad fueron absolutamente de La Lima: Frapé estaba para el cachetazo, y nadie se hubiera sorprendido si el verde marcaba algún gol más.


Pero la alegría y el entusiasmo no iban a durar mucho. Otra salida en falso desde el fondo derivó en un córner para Frapé desde la punta derecha. El centro cayó sobre la posición de Diego que rechazó corto y mal, sirviéndole el balón a un jugador rival, que de cabeza buscó el gol. La pelota ingresaba inexorablemente, pero Andrés, flamante héroe de la tarde, se inmoló sacándola con la mano: el juez sancionó penal y expulsó a Pólvora Seca por último recurso. De la ejecución se hizo cargo el Hueso, el Peter Crouch del rival (aquél que intercambiara invitaciones de elevado tono con Javier S. en el primer tiempo), que pateó a la izquierda de un Diego que se arrojó bien pero no alcanzó a atajar.


Todavía quedaba tiempo para la hazaña, pero lo cierto es que el verde estaba abajo en el marcador y con un "hombre" menos. Así y todo, lo que hasta hace poco significaba una sentencia definitiva hoy parece ser todo lo contrario: en la adversidad el verde se estimula y es capaz de revertir partidos increíbles.




Con esa actitud, La Lima fue por el empate. Y pocos minutos más tarde, a menos de diez del final, iba a tener su premio. Tras una falta sobre Víctor, sobrevino un tiro libre en tres cuartos de cancha, bastante frontal. La Lima se fue con todo a esperar el centro de Patico (ya lesionado) y se paro en el área grande, buscando embarullar la cosa y en el revoleo clavar el empate. El disparo del líbero llegó alto, sobre el arquero, que no pudo retener el balón y se le escurrió entre las manos. Para cuando el guardameta despejó, el juez de línea ya corría hacia el centro de la cancha, dictaminando el empate, y desatando las protestas airadas de los jugadores "frapés" (reclamaban que la pelota no había ingresado al arco en su totalidad, pero las imágenes de la TV son elocuentes al respecto).



En la jugada del empate, La Lima iba a "perder" otro jugador. En su afán por empujar el balón, el Poten tropezó con el arquero malo de Frapé y chocó violetamente contra el poste derecho del arco. Mientras los jugadores limeños festejaban el gol y el arquero rival se autoflagelaba por su protagonismo en el empate, el barbudo delantero quedó boqueando en el suelo y debió finalmente dejar la cancha, con contusiones varias. En su lugar ingresó el Colo, que se paró de 3, desplazando a Javier S. al mediocampo limense.



Los minutos finales fueron muy alto voltaje. La Lima sabía que podía ganarlo y fue por todo, aún dejando grandes espacios atrás, que Frapé no pudo aprovechar por el sacrificio, sobre todo, del Dibu y Patico, que jugó el último tramo del partido en una "pierna".




Cuando parecía que se podía ganar, el árbitro expulsó a Víctor a instancias del juez de línea (por supuestos insultos), y La Lima se quedó con nueve jugadores. Con semejante inferioridad numérica, La Lima tuvo un par de chances más para aumentar y Frapé lo pudo ganar en la última del partido, por lo que el resultado terminó siendo, en cierta manera, un alivio para ambos equipos.



Sin dudas, el punto complica las cosas pero muy probablemente sirva si se dan algunos resultados. La Lima demostró que sigue siendo un equipo difícil, aún jugando con dos menos, y que está para dar pelea en este torneo al que todavía le falta mucho.