lunes, 30 de julio de 2007

Ya basta

La Lima continúa vulnerando el límite de lo tolerable: este sábado perdió increíblemente el partido amistoso frente a Wilkinson, un equipo de novatos que jugó todo el encuentro con uno menos, por 5 a 4. ¿Dónde está el fondo?

Ni las tres semanas de vacaciones, ni las ganas de cortar de cuajo con una racha negra, ni el hombre de más que tuvo todo el partido, ni la experiencia previa, ni los cuatro goles que hizo, ni siquiera el amor propio de los jugadores que se presentaron alcanzaron para evitar el enésimo papelón limeño del año.
El "verde" jugó contra Wilkinson, un equipo de mozalbetes que por vez primera participan del Torneo de La Selección y que, además, contó con la asistencia de sólo siete de sus jugadores. Lo que hizo posible que el encuentro se disputara fue, paradójicamente, la enfermiza, casi esquizofrénica, desorganización del team verdolaga, que llevó catorce jugadores, cuando una hora antes penaba por alcanzar los once reglamentarios. Fue así que los tres invitados de ocasión terminaron por pasarse al equipo rival para jugar contra 10.
Como atenuante, dirán las voces que intentan no caer definitivamente en la resignación, es insoslayable la ausencia de valiosas piezas en el esquema limeño "titular": el arquero, el líbero, un defensor y dos de sus volantes más regulares. La formación resultante para el inicio del encuentro acabó siendo: Lautaro en el arco; el Cabo de líbero (se jugó sin jueces de línea ni referí), el Colo marcando por derecha, Pablo por izquierda y Mauri de seis; en el medio Seba de volante central (sí, al final vino), Lean por izquierda y Javier G. por derecha, a quienes se sumaría Víctor, de gran movilidad, por uno y otro lado; arriba, Andrés y el Poten.
De movida, el partido no parecía complicado: el entusiasmo limeño contrastaba con la desidia evidente del rival, manifiesta en su pobre convocatoria. En el campo de juego, en pocos minutos, se confirmaría el desnivel: con el aporte valiosísimo de Víctor para conectar la línea media con la delantera, La Lima se plantó en campo rival, los escasos intentos de Wilkinson se enredaban entre los cruces de los volantes verdes, y la línea defensiva comandada por el Cabo estaba muy lejos del arco defendido por Lautaro. Tan sólo un par de pelotas paradas acercaron riesgo a la valla limeña.
A los 14 minutos, luego de dominar claramente el trámite, La Lima se iba a encontrar con el gol que la pusiera en ventaja: Lean, por izquierda, jugó con Víctor, quien trasladó hacia el centro bordeando el área hasta que se cruzó Andrés y remató. La pelota rozó en un rival e hizo un globo preciso que se coló por encima del metro ochentaypico del arquero, que no llegó. 1 a 0, y tranquilidad: el dominio se traducía al resultado parcial.
Más de un jugador limeño vislumbró la posibilidad de terminar el partido con una victoria por goleada, algo que, si bien no significaría mucho por la magnitud del rival, serviría sin dudas para aferrarse, nuevamente, a algún tipo de ilusión. Aunque pudo existir algo de relajación, el verdolaga siguió buscando aumentar la diferencia. Mientras, Wilkinson seguía sin inquietar a Lautaro.
Hasta que a los 33´, a dos del final del primer tiempo, una pelota fácilmente controlable complicó al Colo, quien la perdió y la jugada culminó en el empate de Wilkinson. Un impensado 1 a 1, producto del único error defensivo limeño.
Lo injusto del resultado no derrumbó a La Lima, que, un minuto más tarde, volvió a poner las cosas en su lugar. Lean recuperó una pelota en el mediocampo y pusó un pase frontal y muy preciso hacia el espacio vacío entre el líbero y el arquero rival. Por allí apareció Víctor en velocidad para definir y estampar el 2-1, resultado parcial del partido al concluir la primera parte.

Un segundo tiempo a todo gol

El gol del empate transitorio fue un llamado de atención, pero eso no cambió la sensación del plantel en el entretiempo: a este equipo había que hacerle cinco goles y dejarse de joder. Con esa premisa se salió a jugar el complemento, pautado a priori en 40´, con el descuento incluído, y en ese sentido se realizaron varios cambios: Lautaro pasó del arco al mediocampo, y Mauri fue el arquero del segundo tiempo. Estos cambios significaron a su vez otras variantes significativas: Javier G., uno de los volantes con mayor llegada en el primer tiempo pasó a jugar de tres, Lautaro y Seba, ocuparon el círculo central, acotando la movilidad de Víctor, que se ubicó sobre la franja derecha. Por otra parte, los minutos pasaban y arriba el Poten no acertaba una, ni definiendo ni pasando la pelota.
En los primeros minutos del complemento, La Lima se ubicó peligrosamente atrás y nunca terminaba de salir de su campo, con lo que facilitaba las llegadas de Wilkinson. Pasados 15 minutos de juego, luego de intentar llegar por distintos lugares iba a llegar el tercer gol limeño: Víctor recibió sobre la derecha y vió el ingreso de Lautaro como nueve neto; el centro preciso fue conectado exquisitamente por el volante, que definió por encima del arquero. Golazo, y 3 a 1.
Al partido le quedaban 25´, y La Lima ganaba por dos goles, con un jugador más. Sólo quien conoce los pesados antecedentes que tiene el equipo podía sospechar el garrón que se venía.
A los 25´ Wilkinson alcanzaba el descuento: córner desde la punta izquierda, rechazo corto de Mauri y nulo de Pablo, y definición de uno de los jugadores "prestados" al rival.
Las sombras comenzaban a cernirse sobre la cancha y sobre el presente limeño: faltaban 15 minutos y se ganaba sólo por un gol, mientras no se lograba concretar una diferencia mayor. Instantes después, en una desafortunada acción, el Colo calculó mal un cierre y dejó servido el gol al rival, que no perdonó y se puso 3 a 3.
A 4´del final, en un avance verdolaga, Lautaro se acerca al área e intenta abrir la pelota hacia la derecha, por donde la pedía el Poten. Un defensor de Wilkinson interceptó el pase, pero rechazó hacia su propio arco, con tanta mala fortuna que la pelota hizo una rara comba y se coló abajo, junto al palo derecho de su propio arquero. La Lima se ponía 4 a 3 y todo parecía definido.
A dos minutos del final, con varios jugadores cansados, La Lima fue a buscar otro gol descuidando la retaguardia. El Poten, impreciso como en toda la tarde, pasó mal la pelota y en el contragolpe iba a llegar el 4 a 4, sin que ningún jugador limeño pudiera evitarlo. Como sucede desde hace meses, cada vez que La Lima comete un error lo paga con desmesura.
¿Había tiempo para más? Y, sí. Luego de sacar del medio, Lean intenta jugar en tres cuartos y la pierde. Mal parados en el fondo, nada pudo evitar el quinto y último gol de Wilkinson, que a esa altura se había avivado hacía rato que si encaraba era medio gol.
Los dos minutos adicionales que se jugaron no alcanzaron para revertir la historia, y la Lima se quedó con las manos vacías. Ni el impulso anímico que precisa imperiosamente ha conseguido en este encuentro preliminar, y el Torneo Clausura comenzará a jugarse en cuestión de horas. Es para preocuparse.

6 comentarios:

Unknown dijo...

me parece que ellos empataron 3 a 3 en un momento. después vino el gol en contra que nos dio la ventaja parcial. después ellos hicieron los últimos dos goles.
coincido con la preocupación

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lautaro tanto en el orden de los goles como en la preocupación.

Javier g

Poten dijo...

ya lo arregle
perdonen,¿se acuerdfan de lo perdido que estuve en la cancha?, bueno...

Anónimo dijo...

¿Por qué Javier está de acuerdo con Lautaro, si el que escribe es Pablo? NO estaremos jugando con un alienado y no nos dimos cuenta?

Anónimo dijo...

jajajajajaja, no tengo ni idea de por qué habré pensando que era lautaro, empezaré a aflojar con el tinto me parece. Un abrazo.

Javier g

Anónimo dijo...

no importa limones, el sábado vuelvo yó ,(guille)..........mammmmmmmaderaa...