viernes, 11 de abril de 2008

Le hicieron precio


La Lima lo ganaba tranquilo 2 a 0 pero se durmió y pudo perderlo: parecía una victoria "por varios cuerpos", pero Caballos se puso "cabeza a cabeza" con el equipo limeño y sobre el final casi "se lo garcha al trote".



Ya sin chances de ganar la zona E, el verdolaga afrontó el encuentro del último sábado con el objetivo de volver a sumar de a tres. Enfrente estaba Caballos, un equipo al que no le sobra nada, pero que en el último campeonato dio pelea hasta las instancias finales, además de vencer a La Lima en los dos partidos que disputaron.


Para el encuentro faltaron jugadores importantes: Víctor S. y Andrés, dos de los hombres-gol limenses, Javier S. y el Colo, quienes con sus ausencias redujeron a 13 el número de jugadores. La Lima formó inicialmente con Diego en el arco, Patico, el Cabo, Javier G. y Lean en la zaga, Seba, Rodrigo, Guille y el Dibu en el mediocampo, y el Primo y Poten, en la delantera. Afuera, en el banco, aguardaron Mauri y Lautaro.


Sin dudas, la pérdida del invicto en la fecha pasada y la imposibilidad de clasificar afectó al menos en parte a los players verdes, ya que se los notó un poco menos entusiasmados que en partidos anteriores. Caballos, en cambio, venía levantando luego de empezar el torneo con dos derrotas, y buscaba continuar con la racha de victorias de las últimas dos fechas.


No arrancó bien el partido para los muchachos limistas. Cuando apenas iba un minuto de juego, en una de las primeras jugadas de ataque limeño, Rodrigo, uno de los mejores valores de este equipo en la presente temporada, sintió un tirón en una pierna y ya no pudo seguir. En su lugar ingresó Lautaro, para ocupar su sector en el mediocampo.


Le costó a La Lima hacerse de la pelota, y Caballos, con un juego más agresivo, empezó a meterlo en su terreno. Por si fuera poco, desde los primeros instantes se pudo apreciar el pobre nivel (una vez más) del arbitraje de turno, a pesar del pedido del delegado limeño de que el partido sea supervisado por algún veedor. Ninguna de las promesas recibidas se cumplió, y nuevamente los dos equipos (que no pagaron ni un centavo menos de lo solicitado a cambio del servicio que, no dudamos, se esmera en prestar el predio) debieron tolerar a un mozalbete prepotente y fanfarrón que mostró una actitud que no estuvo a la altura del pretendido nivel del certamen y, en tándem con sus dos colaboradores, cayó en fallas gravísimas en lo técnico, al límite de lo tolerable.


Cuando el juego en el medio se hizo más dinámico, y Caballos se venía, La Lima revertía la situación con pelotas paradas. Las dos primeras estuvieron a cargo del Poten, y poco generaron. Pero en el tercer tiro libre a su favor, el Primo, que viene muy derecho para el gol, la pidió. Acomodó la pelota fuera del área, sobre la derecha, y medio equipo verdolaga se fue a buscar el centro. El envío voló alto y bajó justo para entrar por el ángulo del palo derecho del arco "equino", para delirio limeño.


Con el 1 a 0 a favor, La Lima niveló un poco el trámite y se apoyó en la tarea cada vez más sólida de la defensa, que tuvo un par de sofocones. El verdolaga había encontrado la diferencia, pero no controlaba el partido, que seguía con resultado abierto.


Hasta que a los pocos minutos llegó el segundo gol limense. En un avance por la izquierda, Lean, lanzado al ataque, revoleó un pelotazo hacia la posición del Primo, parado como nueve en la medialuna del área. Vivísimo, el goleador limeño peinó el balón y habilitó al Dibu que ingresaba por atrás. El volante dominó la pelota y remató fuerte y alto ante la salida del arquero, clavando el 2 a 0. La Lima no era mejor, pero ganaba por dos goles y supo mantener a diferencia hasta el entretiempo si dificultades.


Antes del inicio del complemento, el Cabo dejó su lugar a Mauri y La Lima se quedó sin más variantes, algo que complicaría las cosas un rato más tarde.

Los 13 jugadores limeños, muy distendidos antes del partido



El verdolaga tenía una ventaja de dos goles, y casi la aumenta en un contragolpe: el Primo, que estuvo intratable para la zaga "burrera", ganó por enésima vez y definió ante la salida del arquero. La pelota pareció ir lenta e inexorablemente al gol (hubo quienes lo gritaron), pero terminó rebotando contra la base del segundo palo y no entró. Era el 3 a 0 y el cierre de un partido que se empezaba a complicar.




Minutos más tarde, en una mala salida de la defensa, se produjo una desinteligencia entre Patico y el arquero. El delantero de Caballos metió la pelota en el área y, de frente al arco, definió y clavó el descuento. Todavía quedaba mucho, y el verdolaga sintió el impacto, mientras Caballos se daba cuenta de que lo podía ganar. Al arrugue limeño hay que sumarle el déficit físico de algunos jugadores, que hizo más cuesta arriba la victoria. Encima, el juez no ayudaba en nada y se peleaba y provocaba a jugadores de uno y otro equipo.


Quedaban 15 minutos y la sensación era que el empate no iba a demorar mucho más. Y así fue. En una jugada asociada, frontal, Caballos puso el 2 a 2 y complicó más las cosas.



El Poten, de muy flojo nivel, estuvo dos veces a tiro del gol, pero en ambas fue derribado (una fue penal), sin que el árbitro sancionara falta alguna.



Finalmente, ninguno pudo marcar el gol de la victoria y el empate fue poco premio para ambos equipos. La Lima pudo ganarlo, pudo perderlo, y finalmente lo empató. Caballos le hizo precio, luego del pronunciado declive futbolístico del segundo tiempo, y se fue masticando la bronca por no haber podido quedarse con los tres puntos.



Ahora, se viene la úlima fecha de la primera ronda. Enfrente estará el alicaído Sordito, y será una buena oportunidad para volver a la victoria y sumar tres puntos más.

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