No pudo ser

El sueño del campeonato llegó a su fin: La Lima empató 1 a 1 con La Resaca, pero quedó afuera de la pelea en la definición por penales. Es el cierre de una buena temporada, la mejor de los últimos 4 años, al menos.

Finalmente, toda la ilusión, alimentada en el último mes por un invicto que se estiraba fecha tras fecha y una clasificación inapelable tras ganar la zona E, se esfumó ayer por la tarde tras la timba de los penales. La Lima había logrado empatar un partido que no dominaba y tuvo 20 minutos para volcarlo a su favor, con un jugador más que su rival. Pero enfrente tenía un muy buen equipo, que supo aguantarlo y forzar una definición que nunca tiene que ver con los méritos futbolísticos a la hora de determinar un ganador.

Lo decisivo de la instancia hizo que el verdolaga pudiera, por fin, ponerle un límite a la seguidilla de partidos en los que tenía que recurrir a invitados: en los 12 encuentros de la fase regular empleó a nada menos que 29 jugadores, dato que da la pauta de la inevitable irregularidad a la hora de armar el equipo. En esta oportunidad, 13 de los 16 jugadores de la lista dijeron presente para intentar dar un paso histórico: acceder por 2º vez a octavos de final del "torneo Posta".

La Lima intentó armar un esquema similar al que le diera buen resultado en el partido contra Vecchia: Diego, en el arco; Lean de líbero (en lugar de Patico), Javier S. marcando la punta derecha y el Colo (que regresaba) la izquierda, más Mauri como segundo marcador central; en el mediocampo, el vaca por derecha y Víctor por izquierda, con Javier G. y el Primo parados en el centro; arriba, Andrés y el Gufy. En el banco, dos retornados tras lesiones: Seba y el Dibu.

Con todas las ganas, el verde arrancó con la intención de atacar e ir a buscar el resultado, pero enseguida el control del partido pasó a La Resaca. Un plantel sin puntos bajos, que demostraba seguridad y velocidad al ir para adelante, fue un durísimo obstáculo para el juego limeño, que se tuvo que adaptar rápidamente al juego defensivo y resignó la posibilidad de avanzar y jugar en el campo contrario.

A los 5 minutos empezaría la serie de llegadas resaquenses, con una mano casual del Vaca en el área que desviaría la pelota al córner, tras el cual la jugada terminó en un remate desviado. Era el primer aviso. Dos minutos más tarde, otro córner casi termina en gol en contra con un rechazo defectuoso de Lean en el primer palo, y a los 8 el conjunto albo ensayó otro remate al arco, que se fue afuera.

Lean casi la mete en el propio arco

La Resaca atacaba con varios jugadores, y cuando perdía la pelota presionaba bien arriba, forzando los pelotazos sin destino. Las constantes subidas de Jose, el 8 resaco, obligaban a Víctor a quedarse casi como "segundo tres", marginándolo prácticamente de los intentos ofensivos verdolagas. La Lima sentía semejante merma, y las llegadas al área rival se hacían esperar.

La Resaca, muy cerca

Lo más parecido a un tiro al arco por parte del conjunto limeño ocurrió a los 14 cuando el Vaca se escapó algunos metros por la derecha y envió un centro que se cerró y se fue por arriba del travesaño. La pelota iba y venía, y ninguno de los dos equipos le encontraban la vuelta al asunto para abrir el marcador.

Casi todo el primer tiempo se jugó del lado limeño

A los 24, en una rápida réplica de La Resaca, le cruzaron el balón a Lucas, el volante albo, que ingresando al área sacó un violentísimo zurdazo que se fue muy cerca del ángulo del segundo palo.


La Lima corría peligro y como respuesta pateaba por primera vez al arco rival tres minutos más tarde. Andrés, tras una pelota que le llega desde la derecha enviada por el Vaca, prueba y su disparo pega en el palo derecho del arquero.


Cuando el juez dio dos minutos de adicional, iba a llegar el gol de La Resaca. Una mano de Mauri generó un tiro libre en tres cuartos, sobre la izquierda del ataque resacón. El centro cayó sobre el segundo palo, donde el 3 se elevó, sin marca suficiente, y cabeceó al gol.

La pelota ya viaja hacia la red, en el gol resacoso

Sobre el final, el Gufy llego al área y remató a quemarropa, pero el arquero, en notable reacción, sacó al córner con una mano. Paradójicamente, en esas dos chances del final La Lima había tenido las oportunidades más claras del partido, pero con el 1 a 0 provisorio, se cerraba la primera parte.


En el entretiempo, Mauri y el Colo le iban a dejar su lugar a Seba y el Dibu, generando el retraso en el campo de juego de Javier G.. La Lima afrontaba 30 minutos a todo o nada y debía hacer un gol al menos para acceder al desempate por penales.

El juez y el autor del gol

El Primo expone sus ideas

Seba por Mauri, uno de los cambios

La Lima vuelve a jugar el complemento

Los primeros minutos del complemento no significaron ningún cambio de importancia en el trámite del cotejo. Recién a los 9 minutos sucedería algo sustancial: el mejor jugador de La Resaca se lesionó y dejó la cancha. Víctor quedaba liberado para adelantarse por su sector, y el equipo, con un hombre más, tenía la posiblidad de equilibrar las cosas.

Una de las últimas del mejor jugador del rival

Así lo hizo tres minutos más tarde. A los 12, el Primo entregó al Gufy, que aguantó fuera del área, se dió vuelta y encaró en diagonal hacia afuera, gambeteando a sus marcadores y sacando un tremendo zurdazo que se clavó en el arco resacoso. Increíblemente, Gufy anotaba su cuarto gol consecutivo en sus primeros cuatro partidos en La Lima en el torneo, y le daba esperanzas al verdolaga.

Amarilla para Andrés, en una tarde mufa

Quedaba poco más de medio tiempo para tratar de ganarlo y evitar ir a penales. La Lima se animó a más, y tres minutos después el Gufy llegó hasta la línea de fondo y envió un centro atrás, que el arquero logró tapar.

Se raspó bastante

De a poco, La Resaca asimiló el cimbronazo del gol del empate y la arremetida limeña, y volvió a equilibrar el juego. A los 23, un córner desde la punta izquierda fue manoteado por Diego y la pelota pegó en el horizontal. Dos minutos más tarde, un delantero resacón recibió en el aire y remató de media vuelta, pero Diego, en una intervención decisiva, se tiró hacia su derecha y contuvo sin dar rebote, salvando la caída de su valla.



Los últimos minutos fueron para La Resaca, cuando, a dos del final tuvo un tiro libre que Diego intentó sacar con los puños y la pelota se fue al córner. Tres tiros de esquina seguidos fueron el epílogo del partido y con el pitazo final todo pasó a definirse con tiros desde los doce pasos.

La Lima sufre en la mitad de la cancha

La serie la inició La Resaca. Luego de convertir el primer penal, Gufy emparejó metiendo el suyo. La Resaca volvió a convertir, y El Primo empató la serie picando su disparo, acción que generó el espontáneo aplauso del público y la espontánea puteada a coro de sus compañeros, angustiados en el medio de la cancha.


Tras el tercer penalde La Resaca, convertido, Javier G. estiró la paridad. Y con el cuarto penal convertido por los rivales, Víctor apeló a su oficio y volvió a empatar la serie, previo freno en la carrera que confundió al guardameta rival.



Se terminaba la serie y todos habían convertido. El encargado de patear el último para La Resaca fue su arquero, que pateó bajo y la pelota dio en la base del vertical derecho de Diego y se fue afuera.



Así las cosas, La Lima debía convertir y pasaba a octavos. El último penal limeño lo ejecutó Andrés, que pateó apenas arriba del ángulo superior derecho del arquero. Tras la chance malograda, cada equipo debía patear un penal, hasta desempatar.



El primero de La Resaca fue convertido, y Lean, con un cuadro avanzado de apendicitis (N. de la R: fue operado esta tarde, y ya está recuperándose), tranquilizó a los limeños clavándola bien alto.



El séptimo penal resacoso fue ejecutado al medio, y Diego la manoteó pero no la pudo sacar. El encargado de empatar la serie era el Dibu, que ayer regresaba luego de un mes y medio sin jugar. Su remate fue bien pateado contra el palo izquierdo del arquero, que voló y alcanzó a sacarla en notable atajada.



Fue el final. La Lima, que había estado muy cerca de pasar a octavos, se quedaba en el camino y le decía chau al Torneo Clausura. A pesar de lo amargo del momento, quedó la satisfacción de haber hecho una campaña mucho mejor que las realizadas en los últimos años, sobreponiéndose a no pocos obstáculos y demostrando, como en los 20 torneos anteriores, una gran predisposición para sostener este rito sagrado de cada sábado.



Que dure mucho más.