viernes, 22 de junio de 2007

Una derrota más

Luego de unos días de merecido descanso, este medio retoma el contacto con la sufrida parcialidad limeña. Y es que el ritmo informativo no cesa: ojalá así fuera, con las noticias que hay que dar. La Lima perdió con Còte d´Ivoire por 2 a 0, el pasado lunes, y ya aburre.

Con la pesada carga extra de tener que armar un equipo con demasiadas improvisaciones, el conjunto verdolaga afrontó su penúltimo compromiso de esta primera fase y no logró sostener la racha exitosa de 1 triunfo que venía manteniendo a lo largo de las últimas 48 horas, luego de imponerse ante Funebreros por 1 a 0 el pasado sábado.

La formación inicial presentaba, a priori, varios cambios, aprovechando la flexibilidad habitual del reglamento del torneo para las fechas jugadas en fines de semana largos. La Lima debía poner en cancha al menos 7 jugadores de la lista de buena fe, o sea menos de la mitad. La cantidad de bajas que acumuló el equipo le impedían llegar al piso establecido, pero a último momento se utilizó una vacante que aún había en la lista y fue incorporado el Gato Catriel a las filas limenses.

El esquema del comienzo: Diego, en el arco; Javier G. de cuatro, el Cabo de seis, Diego (el primo de Germán) de líbero, y el Colo Lorges marcando la punta izquierda; en el mediocampo, Lautaro de cinco, el Gato y Lean por las bandas y Víctor, el Sarachu mejor, como enganche; en la delantera, Andrés y el Poten. Sin Patico (lesionado), Javier S. (también lesionado), Pablo (cosido), Mauri (esclavizado), Seba (abotonado), el Dibu (borrado), Guille (alejado) y Martín (independizado), casi nulas eran las chances de armar la base que tantas alegrías le ha dado al resto de los equipos de la zona D. Por fortuna, se pudo contar, nuevamente, con la solidaridad de nuevos valores que ven la chance de estar, al menos por unos partidos, en la "vidriera" de la Lima y no quieren desaprovecharla. "El tren de la amargura no pasa todos los días", dicen a quien quiera oírlos.

Del lado de enfrente, un Côte d´Ivoire joven y muy motivado por los últimos resultados, que le han permitido posicionarse muy cerca de la punta de la zona D. Con ambos equipos enchufados cada uno en sus objetivos (la punta, por un lado, y la buena conducta, por el otro) debía resultar, indudablemente, un gran partido.

Contra lo imaginado, fue La Lima quien tomara la iniciativa. El "verde" salió a jugar el partido lejos de su propio arco, y en el primer tercio del primer tiempo casi no dejaba a su rival armar juego. Con un desorden enternecedor, los muchachos limeños diseñaban rústicamente las jugadas que intentaban llevar peligro al área de enfrente.

A poco de comenzado el encuentro el Poten fue a buscar la descarga de una pared con Andrés como en los viejos tiempos: corriendo. Y pagó las consecuencias: un fuerte tirón en la parte posterior de muslo izquierdo casi lo saca de la cancha. A partir de ese momento, La Lima ya no pudo contar con el trote vertiginoso del veterano delantero.

De a poco, Còte d´Ivoire se fue soltando por los costados, buscando por dónde entrarle a la defensa verdolaga. Hasta que, en la mitad de la primera etapa, una jugada por la derecha, a partir de un saque lateral, agarró dormidos a Lean y el Colo y derivó en un centro al área chica, donde otro delantero no tuvo más que empujarla. 1 a 0, y otra vez a remarla desde atrás.

Tan sólo otra chance clara tuvo el rival en esta primera parte, luego de que un volante, entrando por izquierda, rematara violentamente al arco y su tiro saliera apenas desviado.

La Lima, por su parte, no lograba inquietar a la sólida defensa cotdivuarense, pero al menos conseguía mantener la libreta del referí en cero, al no tener jugadores amonestados.

Para el complemento, el conjunto verdolaga no dispuso variantes, principalmente por no contar con jugadores en el banco de suplentes, y salió con todo a buscar el tanto del empate, búsqueda que duró poco más de sesenta segundos: en el primer minuto, un contraataque furibundo de Còte d´Ivoire iba a terminar aumentando las diferencias.

Conocidas las dificultades futbolísticas limeñas, éste parecía ya un resultado cerrado. Sin embargo, la horda limeña siguió intentando al menos descontar, sin éxito. Còte d´Ivoire pudo aumentar, pero el poste y el juez de línea se lo negaron.

Para el final iba a quedar una pequeña gresca entre Víctor y un rival, producto del nerviosismo típico de estos partidos tan imporantes: por suerte, Lautaro se metió, olfateando el quilombo y el Gato intervino agarrando de los pelos a un rival (para separarlos). El juez terminó amonestando al Sara Bueno, sumando un punto decisivo en la tabla de conducta y poniendo en riesgo todo el trabajo de meses de un grupo humano con objetivos serios.

La Lima volvió a caer, ya no humillantemente, es cierto, pero la reiteración de la noticia ha comenzado a aburrir a propios y extraños. La saludable rueda de auxilio que ha significado la presencia de nuevos jugadores no ha alcanzado, hasta ahora, para obtener resultados mejores y se acerca un nuevo tiempo de definiciones, de cara al Torneo Clausura que comenzará el próximo 4 de agosto: es hora de definir quién se va a poner, de una vez por todas, la camiseta de La Lima para sacar este bodrio adelante.

Por momentos, La Lima tuvo el balón en su poder

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