domingo, 2 de marzo de 2008

Otra goleada para disfrutar

La Lima ganó el segundo amistoso del año y otra vez por goleada. Derrotó por 4 a 1 a Mate Amargo en su gira por Magdalena y, por si fuera poco, arrasó con un cordero invitado por los anfitriones. Lo insólito: Javier G. hizo su segundo gol al hilo y fue la figura de la canchita.


Se trataba, a priori, de un partido atípico: por lo lejano del escenario, lo complicado de la convocatoria, lo reducido del campo de juego y lo añoso de los rivales. La Lima emprendió ayer su primera gira fuera de nuestros pagos, en el marco de la pretemporada con vistas al próximo Torneo Apertura, periplo que culminó exitosamente en las primeras horas de hoy, cuando el plantel regresó a La Plata sin protagonizar ningún accidente de tránsito, a pesar de haber coronado la victoria con una cena en la que abundaron las bebidas alcohólicas.







A los 50 km que hubo que trasladar al plantel, se sumó la inesperada dificultad para convocarlo, aún cuando se trataba de una propuesta inmejorable, a saber, jugar al fútbol y manducarse una ovejita a las brasas. De los supuestamente disponibles 19 jugadores con que contaría el plantel verdolaga para los compromisos a venir, tan solo cinco le pusieron el cuerpo al segundo desafío del año y honraron la invitación de la institución magdalenense. Diego, el arquero, Lean, Javier G., el Dibu y el Poten constituyen hoy el selecto quinteto de jugadores limeños que pasaron a la historia del "verde" por ser los primeros en defender los colores en tierras lejanas.






A estos cinco héroes se sumaron, por gestiones de último momento, Martín (hermano de Lean) y Matías (compañero de aventuras de Lean), quienes fueron tentados decisivamente por el atractivo del "tercer tiempo" antes que por el fútbol en sí. A la comitiva, que partió del Bimbo en tres autos un par de horas antes del encuentro, se sumó Javier, "El Pepe", que acompañó en este histórico momento al engendro que co-fundara hace diez años. No nos vamos a explayar en este espacio sobre las deserciones, seguramente todas dignas de comprensión, como siempre.



Tras casi una hora de viaje, la caravana limeña arribó al vecino partido de Magdalena, llevando el entusiasmo y la alegría, expresada a puro bocinazo, que tanto la caracteriza. Poco después, el reducido plantel se trasladó hasta las instalaciones del CRIM, el predio municipal destinado a la actividad deportiva. A esa altura, las copiosas lluvias de los días previos, que habían cesado horas antes, amenazaban con volver.



A pesar del agua caída, la cancha estaba en buen estado. El campo de juego presentaba dimensiones mucho menores a las habituales, ya que los partidos que se juegan en los torneos barriales magdalenenses son protagonizados por equipos de ocho jugadores. La Lima formó con siete jugadores propios, más uno cedido por el rival, que contaba con recambio suficiente para hacer todos los cambios que quisiera. Diego en el arco, una defensa de tres (Lean, Martín y Matías), tres volantes (el Dibu, Javier G. y Luis, el cedido) y el Poten, arriba.



De entrada, La Lima hizo sentir la diferencia de edad a su favor con movimientos rápidos, que sumaron nerviosismo en el rival. No tardaron en aparecer los reproches entre Jero y Piki, dos rivales, padre e hijo, parientes del Poten. El empate en cero se estiró más de lo pensado, hasta más allá de los 20 minutos, pero el primer gol llegó luego de una jugada combinada de La Lima, que culminó con el toque, solo frente al arco, del Poten, que puso el 1 a 0.



Al ratito, el Poten tuvo el segundo, pero se lo perdió. Aunque el 2 a 0 iba a llegar enseguida: córner desde la izquierda, y en tres tiempos Javier G. , debajo del arco, venció al arquero con toque pedorro.

Con el 2 a 0 en el bolsillo, La Lima no tuvo problemas en controlar el trámite del partido hasta el final del primer tiempo. Luego de los treinta iniciales todo era cuestión de regular en el complemento, a la espera del final del partido y la ansiada cena.

Nada cambió en la segunda parte: La Lima, cuyos hilos fueron manejados por un muy solvente Javier G. que se plantó como volante central, dominó al rival, que se esforzaba por hacer un papel decoroso. Ninguna de las numerosas variantes de Mate Amargo surtió efecto a la hora de revertir el resultado, sobre todo por la correcta tarea de la zaga limeña, donde había dos debutantes. Para peor, a poco de comenzado el segundo tiempo, un remate de Luis El Cedido sorprendió al arquero, que se agachó para tomar la pelota y cerró las rodillas pero no los tobillos, y entre ambos pies se le escurrió el balón. Con el 3 a 0 era partido liquidado.

Mate Amargo aprovechó una ocasión propicia y descontó, promediando el complemento, pero cuando empezaba a ilusionarse con la posibilidad de un milagro, iba a llegar una buena pared por derecha que derivó en un centro del Poten para que Lean, entrando por el medio, batiera al arquero "yerbatero".

El 4 a 1 fue definitivo. El segundo triunfo del año estaba en el bolsillo, y el invicto de las camisetas nuevas a salvo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Che, falta una foto del cordero... y había videos de la bulliciosa llegada de La Lima a Magdalena... vamos con eso.