domingo, 9 de marzo de 2008

Una caída decorosa

La Lima perdió en el tercer amistoso del 2008, pero dejó una buena imagen. Cayó por 2 a 0 frente a Parados. Otra vez hubo problemas para armar el equipo.

(Enviado especial: Lean) La Lima disputó ayer su tercer partido preparatorio para el torneo que se iniciará el próximo sábado, si las inestables condiciones climáticas lo permiten.
El partido se jugó en la cancha 6 del predio y el rival de turno fue “Parados” (el nombre estaría relacionado con el hábito de “vencer” a los rivales utilizando esa posición).
El team limeño debía reafirmar su condición de equipo goleador y conservar el invicto de las nuevas casacas mexicano-bolivianas. Sin embargo, nuevamente hubo problemas para juntar once jugadores y sólo gracias a la predisposición del Gallego, el hermano de Maurito, La Lima pudo presentarse con el equipo completo para afrontar el desafío.
Los once que salieron a la cancha fueron: Andrés, Lean, Mauri, el Colo y Javier S.; Dibu, Guille, Javier G. y el hermano de Mauri; Victor S. y el Primo.
Paradójicamente durante el primer tiempo los “parados” fueron los jugadores limeños. Hubo poca recuperación en la mitad de la cancha y los defensores mostraban desacoples preocupantes. En ese contexto, un centro al área desde la derecha fue cabeceado por un delantero rival y la pelota, apenas desviada por los frágiles dedos de Andrés, el improvisado arquero, descansó finalmente en la red.
La Lima intentó salir a buscar el empate, pero durante varios minutos sólo contó con el esfuerzo solitario del Primo, debido a que Sarachu Bueno acusó un inesperado reuma precoz que lo dejó afuera, hasta que decidió ocupar un lugar bajo los tres palos (propios). El "verdolaga” solamente dispuso de una chance para empatar, pero el remate del hermano de Mauri, tras pase de Andrés, ya como delantero, fue rechazado por el arquero parado.
Inesperadamente, en el segundo tiempo La Lima mostró otro volumen de juego. El cambio posicional (el hermano de Mauri se paró de delantero y El Primo retrocedió unos metros para colaborar en la recuperación con Javier G.) ayudó a equilibrar el trámite y las primeras escenas mostraron una actitud más agresiva. La Lima dispuso de dos chances claras para empatar: una entrada franca del hermano de Mauri que tapó el arquero y un remate de volea de Javier G. (tras un córner del Primo) que otra vez el arquero desvió, demostrando que su presencia iba a ser un escollo para alcanzar el empate. Confirmando la teoría de “la sábana corta” el adelantamiento del equipo limeño permitió que en un contraataque, el delantero parado le ganara en velocidad a los defensores parados y definiera al primer palo de un arquero parado. La Lima perdía dos a cero, pero no reflejaba el trámite del partido, que en ese momento era claramente favorable al equipo de la divisa de Santos Laguna. A pesar de la desventaja La Lima siguió manejando mejor la pelota y dispuso de numerosas ocasiones para descontar: dos remates del Primo (uno devuelto por el poste) y una entrada en velocidad del Dibu que quiso picar la pelota, olvidando que el alcohol le ha hecho perder sensibilidad, fueron las chances más claras. Un ping pong del segundo tiempo habría arrojado un aplastante 7 a 2.
Sin embargo no era la tarde de La Lima. El descuento no llegó. Los jugadores limeños abandonaron el predio con la certeza de que: “jugando así van a ser más los partidos que ganemos que los que perdamos” , “hicimos un buen segundo tiempo y merecimos más”, “el arquero de ellos también juega”, “fuimos a buscar el empate y nos descuidamos atrás”, “hay que corregir errores en la semana”, etc. Finalmente, pudieron confirmar eso de que “el 2 a 0 es el peor resultado”.


Andrés, acongojado. Su impericia abrió el partido

1 comentario:

Unknown dijo...

Que corresponsal!