La Lima se SaCó la amargura

El verde dejó rápidamente atrás el duro golpe frente a Caballos y se desquitó con fútbol y goles: venció al modesto SC por 4 a 1, y ya está segundo. Gran recuperación para seguir prendido en la pelea.





El calendario brindaba una nueva oportunidad, tan sólo 72 hs. después del amargo cotejo frente al clásico rival. Aquella pobre producción, que dejó a La Lima sin nada, luego de ir ganando por dos goles, amagaba con arrastrar el ánimo limeño y con él, las chances de clasificación. Pero quedaban cuatro partidos más, y el de ayer era el primero. El rival, SC, venía de perder en sus dos primeras presentaciones por 3 a 1 frente a Frapé y 2 a 0 frente a Deportivo Pasto, el líder de la zona E.





Sin subestimar el potencial del contrario, el verdolaga encaró este compromiso con una sola premisa: ganar o ganar. Quienes conocen algo de la historia limeña pueden dar fe de que muchas veces el equipo santolagunero se ha encontrado en semejante encrucijada, y ha fallado. Pero esta vez el equipo iba a estar a la altura de las circunstancias.





Las bajas del plantel para tan vital compromiso no eran nada menores: Andrés, Patico, Mauri y Javier G., el Colo, cinco habituales titulares, más las ausencias de Guille y Seba, lesionados, generaban la indeseable incertidumbre sobre cómo armar el equipo. Finalmente, la fecha depararía una grata sorpresa: el retorno de Rodrigo, el volante que no jugaba desde hacía casi exactamente 7 meses (el 23 de agosto del año pasado, en la victoria por 2 a 1 frente a Los Tintos, cuando regresaba de una lesión y se torció el tobillo) y que justo un año antes (24 de marzo de 2008) había marcado sus dos últimos goles para La Lima (en el 4 a 0 frente a Napolitanos). Además, hubo otro debut: Lautaro, el primo de Lean, un pendejo de 18 años que se la bancó como lateral izquierdo de la zaga limeña.





La Lima reservó a Víctor en el banco de suplentes y puso en cancha a: Diego, en el arco; Lean de líbero y Lautaro (que también retornaba tras larga inactividad) de seis, con Javier S. de cuatro y Lautaro (púber) de tres; en el medio, el Vaca por derecha y el Dibu por izquierda, y en el centro de la cancha, el Primo y Rodrigo; arriba, Goofy y el Poten.





Desde el comienzo, la iniciativa fue absolutamente del verdolaga. La presencia de Rodrigo y el Primo en el mediocampo se notaba y mucho, y la pelota era patrimonio casi exclusivo del verde. La defensa del equipo dorado (ese era el color de la casaca, horrible) se paraba mal, con un grandote lento, un dos que habilitaba siempre y dos laterales que perdían seguido con el Poten y el Gufy. Por su parte, el Dibu y el Vaca explotaban las franjas, con lo que se hacía muy corta la estadía del balón en el campo limeño.





El rival intentaba poco y torpemente, pero lograba avanzar casi exclusivamente con las pelotas paradas que generaba el juego brusco de la defensa limeña. A poco de comenzado el partido, luego de la tercera falta, el juez amonestó a Lautaro, y "la magia" debió jugar condicionada todo el partido.





La Lima avisaba con una llegada del Poten que quedó solo y atorado frente al arquero y, exigido, definió desviado. Pero a los 11 iba a llegar el primer gol limeño. El Primo toma el balón cruzando la mitad de cancha y le marca el pase al Vaca, que recibe lanzado como ocho "a la antigua", en diagonal hacia el arco. El bovino se desprende de su marca y a metros del área saca un remate rasante y cruzado, que el arquero, aunque se arroja, no logra desviar. Era el 1 a 0, y como viene sucediendo en los últimos partidos, La Lima ya ganaba en la primera etapa.





El gol trajo la tranquilidad necesaria a un equipo que ya estaba demostrando en el juego que merecía la ventaja. Los fantasmas del partido anterior comenzaban poco a poco a disiparse, y La Lima jugaba tranquila.





El desarrollo del partido presagiaba lo que ocurriría minutos más tarde, pisando los veinte. El Vaca recibe delante de los centrales rivales y habilita exquisitamente al Poten. El delantero ingresó al área por izquierda y cruzó un derechazo que el arquero no pudo contener, sellando el 2 a 0 parcial.





Con la diferencia de dos goles, el verdolaga manejó el partido. La tranquilidad se apoderó del equipo, que defendía bien y dejaba correr los minutos adueñándose de la pelota.





Pero sobre el final del primer tiempo, como un calco de lo ocurrido tres días antes, iba a llegar el ineludible momento de zozobra. En casi la última jugada, y otra vez a partir de un lateral defensivo mal hecho, La Lima pierde la pelota y queda mal parada, generando un ataque rival que terminó con un gol por entre las piernas de Manotas. Una mezcla de mala fortuna y desconcentración volvía a poner al verdolaga en posición incómoda. Hasta se escuchó un "Que no nos pase lo del sábado, eh!", de parte de algún jugador.





El entretiempo fue todo calentura, porque a diferencia de lo ocurrido el sábado, esta vez el rival era notablemente inferior y el descuento parecía un regalo innecesario. La Lima hizo un cambio (Víctor por Rodrigo, sentido) y recibió por parte de la barra brava un particular respaldo, con una demostración de kung-fu, que retempló el ánimo del plantel, pero también fue interpretado como una amenaza.





Con toda la convicción de que el partido no podía escaparse esta vez, La Lima saltó a la cancha a buscar aumentar la diferencia. Y fue así que a los 8 minutos empezaría a cerrar el partido. El Poten recibió la pelota retrocediendo y habilitó al Dibu que picó por la izquierda. El hábil volante se escapó de su marca y fue derribado dentro del área: el juez no dudó y dictaminó penal. Cuando muchos pensaban que Goofy se haría cargo de la ejecución, fue Víctor el encargado de marcar el 3 a 1, con suave derechazo ante un arquero inmóvil.





El partido estaba liquidado, y lo que siguió en los 20 minutos finales fue un poco más de lo mismo. Salvo los intentos en extremo individuales de un par de volantes rivales, SC no tenía argumentos para revertir la historia. La Lima, que ya regulaba y se replegaba cerrándole los caminos, pudo aumentar varias veces, de no ser por algunos fallos erróneos (un inexistente off side sancionado cuando el Poten arrancó en su campo y se iba solo al arco) y el cansancio generalizado por el esfuerzo realizado el sábado.





Desmantelado defensivamente, SC sufría los contragolpes limeños uno tras otro, hasta que a los 20 una de esas réplicas selló la goleada, con un tanto que todos presagiaban. El Dibu recuperó la pelota en su campo y habilitó con pase largo y preciso al Goofy, que quebró la última línea de SC, muy adelantada, y se fue al gol. Al llegar al área, el goleador clavó el freno para que su marcador pasara de largo y se tomó todo el tiempo del mundo para poner un zurdazo por encima del arquero y clavar el 4 a 1 definitivo. Un golazo que no hace más que reafirmar el excelente momento del Goofy: en siete partidos oficiales jugados para La Lima metió goles en todos (lleva ocho).





En lo que quedaba del partido se iba a registrar el único saldo negativo del encuentro: Lean sufrió un tirón (está en duda para el próximo sábado) y La Lima debió improvisar. El Primo se paró de líbero, el Poten de volante central y Lean se fue arriba, a lo Gerlo.





Sólo iba a quedar tiempo para un par de intentos más, uno de ellos producto de un absurdo: un pelotazo que caía sobre el área de SC fue detenido y rechazado por el líbero rival, que portaba un bidón de agua entre sus brazos (lo que no le impidió parar la pelota de pecho y reventarla). El juez pitó tiro libre indirecto dentro del área grande, y varios jugadores limeños se postularon para meter el quinto. Finalmente Lautaro recibió cortita y sacó un violento disparo que se fue cerca del palo izquierdo.





Y fue final. La Lima recuperó el ánimo, ganó goleando (es el equipo con más goles en la zona E) y, con los resultados de ayer (ganaron Deportivo Pasto y Caballos), está segundo. Ahora, mientras respira aliviada, ya piensa en lo que viene, el partido del sábado frente al irregular Arruinados (ex Monasterio).

Así quedó la zona E, luego de la tercera fecha

Nota: no hay fotos del partido, el Poten no llevó pilas