domingo, 24 de agosto de 2008

Festejó con unos tintos

La Lima volvió a la victoria: venció a Los Tintos 2 a 1 y sumó los tres primeros puntos de la segunda ronda. Terminó padeciendo frente a un rival de poco nivel. El Primo y Javier G., los goleadores del verde.


La tarde pre-primaveral predisponía los ánimos para otra cosa. Las ganas de revalidar los avances demostrados frente a Toulouse cinco días antes completaban el contexto favorable para jugar frente a Los Tintos, un equipo en los papeles ganable. Por si fuera poco, la sorpresiva aparición del Primo y el regreso de Rodrigo aseguraron la formación de un equipo con variantes, luego de las zozobras a la hora de juntar once.


El verdolaga formó con varios cambios, en comparación con el último partido. En el arco, el regreso de Diego; en la defensa, Patico volvió a ser el líbero, y Mauri el seis, mientras que las puntas eran custodiadas por el Colo y Javier S., que regresaba tras algunas fechas. En el medio, como doble cinco, Lean y Javier G., y por las bandas el Dibu y el Primo; en la delantera, el Poten y el Vaca. Afuera esperaban su turno Andrés, Rodrigo y Milton.


El protagonismo que se esperaba por parte del verdolaga demoró en manifestarse unos cuantos minutos. De entrada, se apoderó de la pelota, pero no lograba jugarla con claridad y se enredaba en sus propias intenciones. Enfrente, Los Tintos evidenciaba un juego muy limitado, tanto en defensa como en ofensiva, y los primeros minutos pasaban sin que hubiera riesgo en los arcos.


La sensación que flotaba en el aire era que por simple maduración La Lima iba a encontrar, de alguna manera, el gol. Lo cierto es que para que eso ocurra era necesario aproximarse con el balón al área rival, además de poseerlo en el mediocampo. Cierta imprecisión a la hora de pasar la pelota en ataque complicaba las cosas y volvía suficientes los pobres recursos defensivos del equipo alcohólico.





Bastó que un delantero (sí, no un volante) buscara el pase al área para que llegue el primer gol limeño. El Vaca tomó la pelota por derecha, fuera del área, y metió un centro-pase al punto penal. El defensor se equivocó, no rechazó, y por atrás ingresaba el Primo, que con un toque sutil picó la pelota para que entrara mansa al arco.


La ventaja confirmaba lo que se esperaba de antemano, pero no pocos calculaban una superioridad mayor en los planes previos. La posibilidad de jugar como unos días antes frente a un rival mucho menos duro permitía ilusionarse con una goleada a favor, como hace rato que La Lima no tiene. Pero La Lima no fue la del lunes, quizás, justamente, porque el rival le exigió mucho menos.


Pocos minutos después de la apertura del marcador, el Primo en gran jugada personal, pisó la pelota e hizo un caño en mitad de cancha, para darle el balón a Javier G. El volante melenudo, avanzó unos metros en diagonal, hacia el área, y sin marca disparó desde 20 metros, clavando el segundo gol abajo, al palo derecho del arquero. El 2 a 0 acercaba al verdolaga a la hipótesis de un resultado abultado a favor.


Más allá de los goles, poco más hubo en el primer tiempo, de parte de ambos equipos. En el entretiempo, La Lima realizó una de las variantes: Milton ingresó por el Dibu.


En la segunda parte, el verdolaga dispuso de alguna que otra chance en los primeros minutos. El Poten tomo una pelota en la puerta del área y sacó un remate de zurda que bajó y pegó en la parte superior del travesaño.


Los Tintos no llevaba tanto peligro al arco limeño, pero al verde le costaba traducir al resultado la superioridad que muchos de sus jugadores creían tener sobre el equipo rival. Es que la pelota pasaba por los volantes, pero no llegaba claramente a los amplios espacios que dejaba una defensa empeñada en habilitar a todo el mundo.


Promediando el primer tiempo ingresaron Andrés y Rodrigo por el Vaca y Lean. El delantero tuvo un par de ocasiones muy claras para convertir el tercer gol limeño y el primero de su cuenta en partidos oficiales del año. Por muy poco tuvo que guardarse el grito de gol.


El volante no tuvo mucha suerte. Luego de una ronda entera sin jugar por una lesión, a los pocos minutos de ingresar, en una jugada por la derecha, se torció el tobillo y quedó tendido en el suelo, ante la indiferencia de la terna arbitral. Fue justamente en ese momento que iba a llegar el descuento de los tintillos: la jugada prosiguió, de un área a otra, y tras un desacople en la defensa, el balón le quedó a un delantero para definir.


El 2 a 1 terminaba siendo un resultado demasiado ajustado para la diferencia real entre ambos equipos. El fantasma del empate sobre la hora se cernía sobre la cancha 3, y La Lima, ya con un hombre menos por la salida de Rodrigo, culminaba el partido defendiéndose y pidiendo la hora.


Justamente, sobre el cierre de las acciones, Los Tintos casi se lleva un punto, tras un centro que cayó llovido y picó a milímetros de la línea de gol. Hubiera sido un premio excesivo para los vitivinícolas y un castigo tremendo a la ineficacia limeña, cuyos delanteros marraron una y otra vez las opciones de gol generadas por el equipo.


El partido terminó, y el balance fue positivo: tres puntos y la reaparición de algunas figuras. En el debe quedó la falta de gol y contundencia en los metros finales. Los que vienen serán todos rivales más complicados, y La Lima sabe que si sigue perdonando a sus rivales la va a pasar mal.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno que haya un equipo malo en la zona!! había que ganar y se ganó... ahora vamos por más.

Anónimo dijo...

eso; ahora vamos por los mediocres, para ir finalmente por los buenos..

colo

Anónimo dijo...

A nosotros nos gana cualquiera

Petrini

Unknown dijo...

Los leoni en cancha 4 que partido mamadera. Vamos la lija!