martes, 5 de agosto de 2008

Un poco de paz

La Lima se reivindicó y, sin jugar bien, supo ganarle a Interdam y cortar con la malaria. El Vaca anotó el 1 a 0 para que el verdolaga retome la senda de la victoria, y todo el equipo aguantó el resultado. Se festejó como una clasificación al Torneo de Buena Conducta.




Qué difícil resultaba volver a presentar equipo. Una jornada helada, con nubarrones que además garantizaban agua y más frío, tras dos semanas en las que se habían recibido 10 goles y se habían sepultado las esperanzas de pelear arriba en la zona E, con jugadores lesionados o enfermos y el ánimo por el piso, y la probabilidad nunca desechada de volver a recibir una nueva paliza. Todo un contexto en el que agarrar el bolsito y presentarse en el Bimbo se transformaba en algo heroico.


Y allí fueron. Sin Guille, ni Lautaro, ni Rodrigo (lesionados) ni Javier S. (enfermo). Con Lean, también lesionado, pero trocando su aporte y asumiendo un rol provisorio como DT. Con la vuelta de Víctor, que el sábado anterior vio de afuera como sus compañeros se comían seis, y no se borró, como tantos hicieron a lo largo de la historia limeña. Con el aporte del Vaca, a la postre vital, que sabía que se metía en una realidad peliaguda. Con la (a último momento) confirmada presencia de Patico, flamante goleador limeño y émulo de Ariel Ortega, ya no por sus cualidades futbolísticas, sino más bien por las ventajas que brinda acóstandose un par de horas antes del partido totalmente en pedo. Y con el resto del equipo que, curtido en esto de recibir humillaciones deportivas, levantó la cabeza y se hizo protagonista de su propia reivindicación.


Como lo adelantara este medio, en la previa del encuentro, la consigna mínima e innegociable era no volver a recibir goles boludos. Todo un desafío a partir del cual el verdolaga podía animarse a algo más, y para el que se volvía a apelar a los mismos hombres. En el arco, Diego, y la misma línea de cuatro que se comiera media docena frente a El Taladro: Patico, de líbero, el Colo y Javier G. por las puntas y Mauri de seis. Más adelante, la variante más significativa desde lo táctico, ya que El primo, Seba y el Dibu serían los encargados del juego en el mediocampo y tres delanteros (Víctor y el Poten por afuera, y el Vaca, bien de área) simularían una especie de "poder ofensivo" a partir del cual se pretendía atemorizar a la zaga interdameña y contener su adelantamiento en el terreno.


A la inversa de lo que pasa casi siempre, esta vez La Lima se propuso un plan que dio sus frutos de inmediato, y a los cinco minutos ya se ponía en ventaja, algo que suele sucederle con mucha frecuencia a sus rivales. Jugando con viento en contra, uno de los primeros avances provocó un tiro de esquina desde la izquierda, que el Poten ejecutó muy pasado. El Primo alcanzó el balón sobre la línea lateral opuesta, lo controló y desbordó hasta la línea final, ingresando al área. Desde esa posición hizo un pase atrás para que el Vaca, de frente al arco rematara mordido, pese a lo cual la pelota se le escabulló al guardameta rival. Gol y ventaja temparanera para el verdoso.


Con el 1 a 0 a su favor, La Lima se desacomodó y el impacto anímico que le provocó ir ganando, casi se le vuelve en contra. Golpeado inesperadamente, Interdam intentaba ir en busca del empate. Con pelotazos que buscaban aprovechar el viento a favor y capitalizar algún quedo de la defensa, comenzó a adelantarse en el campo de juego. La presencia de buenos jugadores en el rival motivó que La Lima se retrasara un poco.


Pasaban los minutos e Interdam no le encontraba la vuelta. Llorones, sus jugadores protestaban una y otra vez frente al juego vehemente de un verdolaga dispuesto a dejar todo para defender la ventaja en el marcador, y el partido se iba calentando de a poco. La Lima presentó algunos desacoples a la hora de contrarrestar los avances rivales: el Poten bajaba mucho, pero sin marca fija, Diego la pedía pero se quedaba retrasado, Seba corría a todos pero quedaba siempre en inferioridad numérica y dejaba huecos a sus espaldas, Javier G. salía a buscar muy lejos y obligaba a Mauri a jugar de "4 Bis". Esta vez la defensa tiraba el offside y no quedaba nadie enganchado y habilitando, una mejoría sensible con respecto a los partidos anteriores.


Una muy clara tuvo Interdam, con un tiro libre generado por una mano inoportuna del Primo cerca del área, que el juez juzgó como intencional. El remate, cruzado, bajo y potente, salió muy cerca del segundo palo y casi es rozado por Mauri y el Poten, que pudieron haber vencido su propia valla.


Diego tuvo un par de buenas intervenciones ante sendos disparos de los delanteros rivales que tapó esforzándose. Sobre el final, Interdam tuvo un tiro de esquina desde la izquierda y la pelota se cerró. Parado en el primer palo estaba el Colo, y el balón rozó las carnes que le circundan el ano y se desvió para convertirse en el gol del empate, pero Diego, atento, contuvo sobre la línea y lo evitó, no sin el suspenso habitual.

No hubo variantes en el entretiempo (Andrés prefirió esperar unos minutos más para ingresar) y la consigna, con el cambio de arco, era seguir del mismo modo, pero aprovechando el viento fuerte a favor para mantener el juego (y al rival) bien lejos del arco santolagunero. Otra variante propuesta desde lo táctico fue armar una línea de cuatro en el mediocampo, con el Poten sobre la izquierda, y dejar dos delanteros en la ofensiva.

Comenzado el complemento, los papeles previos comenzaron a volarse, como si los alcanzara también el viento helado que castigaba la zona. El Primo, con un rendimiento de mayor a menor, se adelantó y la línea de cuatro volantes quedó para otra ocasión. Esta situación fue bien aprovechada por los volantes rivales, que coparon el mediocampo y metieron una y otra estocada a las espaldas de la zaga limeña.

Andrés ingresó por el Vaca para renovar el aire en la delantera limeña y meter más presión sobre la dificultosa salida desde el fondo de los rivales. Las situaciones más claras, empero, las tuvo Interdam, pero falló en la definición una y otra vez, y se encontró con un Diego en una de sus mejores tardes.

El golero albiverde tuvo, al menos, dos intervenciones fundamentales para que La Lima se quedara con los tres puntos, tapando pelotas muy difíciles. Excelente noticia para el equipo, que necesitaba una recuperación así del guardameta.

Más allá de las zozobras del segundo período, hay que destacar el papel de la defensa, cuestionada en los últimos días luego del 1-6, que se bancó las críticas y, con el respaldo del improvisado DT, supo clausurar el arco propio, por primera vez tras larguísimos 91 días (9 partidos, de los que perdió 7 y en los que recibió 30 goles), desde aquél 3 de mayo en el que derrotó a Drink Team por 1 a 0.

Los minutos pasaron, entre el esfuerzo de los once limeños por mantener la diferencia y la bronca (exacerbada hasta el hartazgo por las mañas de los limenses más veteranos) de los jugadores interdamistas, que, sumidos en la impotencia se vieron derrotados por el (hasta ese momento) equipo más goleado del torneo.

Fue final y victoria para el conjunto limeño, y fue un merecido premio, luego de tanto tiempo, a la perseverancia de este grupo que descree de los mandatos del fútbol actual, tan resultadista y poco respetuoso de los tiempos y los procesos a largo plazo.

Nota: no hay fotos del encuentro, lo cual amenaza con ser la futura cábala del plantel

4 comentarios:

Anónimo dijo...

“Simularían una especie de poder ofensivo", sublime. “El balón rozó las carnes que le circundan el ano”, horrible. “Los papeles previos comenzaron a volarse, como si los alcanzara también el viento helado que castigaba la zona”, poesía a là Julieta Prandi.

Colo

PD: Yo estaba ahí. No dijo “no se te debe parar”. Dijo “no se te para”. No dejó lugar a dudas.

Anónimo dijo...

A mi me gustó lo de "se festejó como una clasificación al torneo de buena conducta"... somos un equipo con pocas ambiciones. Necesitamos la recuperación física de buenos valores que están faltando (Guille, Rodrigo, Lautaro), y la estabilidad psíquica de algunos que están jugando (Patico, Colo, Poten, Primo). A propósito de éste último: gran primer tiempo. Decisivo en el gol y generoso en la marca. Pero... pasado de firulete (no estoy hablando del faso). Una apostilla más del partido: cuando el primo tiró un taco de espaldas al rival para que la pelota pase por un lado e ir a buscarla por el otro, Víctor se tomó la cabeza. El aliento desde afuera evitó una recaída anímica de este otro excelente valor del equipo.

Anónimo dijo...

Muy buena la nota, por suerte no salio mi fallido tres dedos, quise imitar al chelo Delgado y me salio como el chelo del grupo green.
Lean: en realidad me estaba acomodando el pelo porque habia mucho viento.
Victor.

Unknown dijo...

grnade lima, retomando la senda victoriosa en la que la dejé