jueves, 21 de agosto de 2008

Mereció algo más

La Lima perdió 1 a 0, y esta vez fue injusto: mejoró su rendimiento, pero se quedó con las manos vacías.

En el inicio de una nueva ronda, la última del año, el principal objetivo del verdolaga era hacer borrón y cuenta nueva y dejar atrás la floja campaña de los seis partidos anteriores, de los cuales perdió 4 (recibiendo 17 goles en todas las derrotas). Los primeros tres puntos, vitales para hacerse cualquier ilusión, debía ganárselos a uno de los animadores de la zona E, Toulouse, equipo duro que ya le había ganado 3 a 1 hace un mes y medio.

Lamentablemente, el verdolaga profundizó sus problemas a la hora de la convocatoria y sólo 8 jugadores de la lista de buena fe integraron el once inicial del partido del sábado. El reglamento es flexible en período de vacaciones o fines de semana largos, y La Lima se ha acostumbrado peligrosamente a recurrir a jugadores invitados de última hora, sin asegurarse la tranquilidad de ser once o contar con variantes para cada encuentro.

Este sábado La Lima formó con Guille en el arco, Patico de líbero, Javier G. de seis, Lean por la punta izquierda y Milton por la derecha; en el medio, Seba y Germán haciendo un doble cinco, el Dibu por derecha y el Poten por izquierda; arriba, Andrés y el Vaca.

Lo reducido de las dimensiones del campo de juego permitió al verdolaga agruparse a la espera del rival, con la intención de no dejar espacios entrelíneas que faciliten las llegadas claras a la zona de riesgo limeña. Un buen trabajo de Seba y Germán, más la solidez de la zaga, complicaron una y otra vez las intentonas del conjunto galo.

La primera situación de riesgo, en verdad, fue a favor de La Lima, cuando tras una jugada por derecha, la pelota cruza el arco y Germán, muy cerca del segundo palo, no alcanza a empujar el balón al gol.

La Lima esperaba en la mitad de la cancha, y buscaba la salida rápida hacia los delanteros, esta vez muy activos. Toulouse no encintraba la manera de quedar mano a mano con Guille, y probaba desde afuera del área. Una chance muy clara fue desviada por el arquero limeño, arrojándose y rechazando con el pecho.

El verdolaga también buscaba desde afuera: Milton probó, y se le fue alta, y Germán provocó el esfuerzo del arquero, que debió arrojarse a su derecha para desviar un disparo con destino de gol. El primer tiempo se fue sin goles para ninguno, pero en el balance, La Lima tenía motivos para ganar confianza: había llegado claramente y había mostrado una solidez defensiva poco habitual.

En el complemento, la cosa arrancó distinta. El verde tardó en volver a enchufarse, y los cambios de Toulouse lo complicaron, ya que mandó para adelante a jugadores un poco más desequilibrantes, como El 47 y El 8 Que Tenía Claritos. La Lima empezó a perder la pelota, y Toulouse se acercaba peligrosamente al arco defendido por Guille.

Una de las jugadas más claras a favor del verde vino de casualidad tras un pelotazo que parecían dominar el líbero franchute y el arquero, pero Andrés se entrometió y la pelota terminó siendo despejada sobre la línea.

Toulouse, por su parte, llegó con claridad por derecha, pero Guille, al grito de "¡Arquero!", tapó abajo. Los tiros de esquina también traían dolores de cabeza. A pesar de todo, el verde parecía controlar la situación.

Sin dudas, era un partido de los que gana aquél que hace el gol, y el quiebre de la paridad iba a llegar a los 15 minutos. Un ataque de Toulouse, por la derecha, parece controlado por la defensa limeña, pero la pelota pica mal y complica el despeje de Patico. El 11 Petiso de Toulouse, toma el balón en la puerta del área y cruza un remate bajo que vulnera a Guillote, metiéndose contra su palo derecho.

¿Podía La Lima soñar con el empate? Seguramente, argumentos futbolísticos, esta vez tenía. Pero el golpe en lo anímico influyó y el equipo se quedó. Tuvo un par de chances, pero no alcanzaron. Toulouse también pudo aumentar, pero cuidó el 1 a 0 sin problemas.

Cuando el verdolaga quemaba los últimos cartuchos para intentar empatar, se produjo un hecho insólito, cuando un avance limeño fue súbitamente interrumpido por una horda proveniente de la cancha 1, aledaña al escenario del partido. Allí, una gresca entre jugadores de Caballero y Dr. Fernet derivó en una corrida encabezada por un petisito al que no le daban las patas para tratar de esquivar las piñas, y varios jugadores y patovicas que, cual dominó, se golpeaban y volteaban unos a otros.

Finalmente, el partido prosiguió, ya sin circunstancias que modificaran la historia. El verde perdió 1 a 0, y quedó la sensación de que pierde hasta cuando no lo merece. Ahora se viene un rival accesible, por la segunda fecha, y se espera el regreso de varios jugadores. Habrá que ver si el destino se acuerda de recompensar el esfuerzo limeño, y le regala una alegría.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen informe, hay que fichar a German urgentemente.
Vìctor

Anónimo dijo...

Buena crónica... esta vez un poco más optimista!!!! Para los que no estuvieron: sólo vimos volar una trompada y un par de patadas. No hubo tanto cachengue. Lo más vistoso fue el pibe que se escapaba con un "driblin" envidiable.

Anónimo dijo...

vamos a salir, vamos a salir...
colo