domingo, 11 de mayo de 2008

Le pesó la pilcha de puntero

La Lima cayó 1 a 0 frente a Arana y fue justicia. Jugó muy mal como para conservar la punta de la zona E y la perdió. Sigue dependiendo de sí mismo para clasificar.





Si toda la euforia, la expectativa y la ilusión que genera el hecho de alcanzar lo más alto del grupo redundaran en un desempeño futbolístico de mayor envergadura, la de ayer habría sido, sin dudas una tarde mucho más alegre. Es que La Lima marchaba primero con 7 puntos y, a tres fechas del final, debía defender en la cancha lo que tanto le costó conseguir. Se descontaba, en los cálculos previos, que el hambre de gloria que tiene este plantel iba a resultar un plus a la hora de medirse con un rival bastante irregular como Arana.





Nada de eso sucedió. La casi completa asistencia del plantel (sólo faltaron Andrés y Diego, y hasta reapareció el Primo) no alcanzó para encontrar el mejor esquema para la ocasión. El verdolaga salió a la cancha con Lautaro al arco, Patico de líbero, el Cabo de seis, el Colo de cuatro y Lean de tres; en el medio, el Dibu, Rodrigo, Seba y el Primo; y en la delantera, Víctor y el Poten. Esperando para ingresar más tarde, quedaron afuea Javier G., Javier S., Guille y Mauri.





Desde el comienzo, La Lima tomó la iniciativa del juego y se apoderó de la pelota. Con mucho nerviosismo y sin hacer la pausa necesaria, le costó mucho armar asociaciones que llevaran riesgo hacia el área aranense. Como contracara, Arana parecía respetar demasiado a su rival y se preocupaba más por obstruir el juego limeño que por generar el propio, con lo que se fueron haciendo cada vez más importantes las intervenciones de los defensores "merengues".




Centro al área de Arana, pero no prospera. Después, ni eso


Lo que en los papeles aparecía como un partido accesible, se fue complicando con el correr de los minutos. La primera cuenta del largo collar de equivocaciones que el verdolaga hilvanó ayer fue la inoportuna deserción del Cabo, un jugador muy útil para el esquema defensivo del equipo pero que no puede jactarse de un compromiso absoluto con la institución, evidentemente. Al parecer, una serie de cruces verbales con algunos de sus compañeros habrían adelantado su salida del campo de juego varios minutos antes de lo previsto (se iba a ir en el entretiempo), en lo que resultó una decisión poco feliz, teniendo en cuenta el partido elegido para borrarse: La Lima marchaba puntero y no quedó claro qué clase de aporte pretendía hacer el Cabo con su salida.



En lugar del uniformado zaguero ingresó Mauri, para cubrir la zaga central junto a Patico. La Lima se acercaba al arco rival, pero no concretaba. Un par de pelotas paradas, que fueron controladas por el arquero o despejadas a cualquier lado, fueron las más claras para el "verde", que complicaba poco con la tarea de sus delanteros. Para colmo, de una pelota perdida por el Poten en tres cuartos, vino una réplica por derecha que no fue desarticulada por ningún jugador limeño. La pelota quedó para uno de los mejores jugadores de la cancha (el 10 de Arana), que eludió al Colo y fusiló a Lautaro desde el borde del área.



Arana ganaba 1 a 0 y la derrota parcial de poco sirvió para provocar alguna reacción limeña. A los pocos minutos, el Poten salió lesionado e ingresó en su lugar Guille. Los minutos pasaron y la primera parte se terminó con una victoria de Arana que parecía escueta y remontable, siempre y cuando La Lima se despertara de la siesta y empezara a jugar al fútbol.



En el entretiempo, La Lima hizo el resto de los cambios: Javier G. y Javier S. entraron por el Colo y Seba. La consigna: recuperar la iniciativa y salir a buscar los goles para dar vuelta la historia.



Sería muy grato narrar un final heroico, con una levantada propia de un candidato y un cambio de actitud memorable. Pero no es posible, eso no ocurrió ni fue insinuado, siquiera. El complemento transcurrió mientras Arana hacía tiempo, metía el partido en el freezer y La Lima se colmaba de impotencia. Quisquillosos hasta el hartazgo e imprecisos con el balón en su poder, los jugadores verdolagas lo controlaban hasta la mitad de la cancha, donde los volantes locales presionaban y se lo arrebataban.



En toda la segunda parte, La Lima prácticamente no pisó el área de enfrente ni pateó al arco, demasiado poco como para levantar un resultado adverso y mantenerse en la punta de la zona. Tan sólo hacia el final, cuando Arana se quedó con uno menos por expulsión de uno de su jugadores, el verde se la jugó. Casi empata en la última pelota parada, un tiro libre que pateó Víctor y cabeceó exigido Javier G., cuando entraba solo Lautaro que había subido al área rival en busca de la hazaña. El balón rebotó en la espalda de un zaguero del "Real Madrid" y se fue al córner.


Los jugadores limeños se van con las manos vacías


No hubo chances de mucho más. El partido terminó y fue victoria para Arana. La Lima perdió mucho más que tres puntos: perdió el juego que había encontrado y se pareció peligrosamente a lo que mostró a lo largo de todo el año pasado. Aunque ahora sigue dependiendo de sí mismo (si gana los dos partidos que le quedan y no suma más que un par de puntos de conducta ganará la zona), lo cierto es que si repite lo de este sábado de poco le servirá ilusionarse. El próximo domingo (no se jugará el sábado) se cruza con Caballos, en un encuentro que terminara de definir la suerte de los otros equipos que quieren quedarse con la zona E.

8 comentarios:

Javier dijo...

vamos lima, el domingo tenemos que retomar la senda del triunfo

Unknown dijo...

Vamos la lija que se puede!

Anónimo dijo...

Todavia podemos, a no bajar la cabeza, vamos la lima!!!
Victor

Anónimo dijo...

El domingo tenemos que estar todos, poner el mejor equipo y ganar. Incluso el Cabo. No somos menos que nadie en el grupo. Quedan dos partidos y tienen que ser 6 puntos nuestros. Propongo no pensar que en el fútbol también se empata y se pierde.
Javier S.

Anónimo dijo...

Me parece justa la crónica...
Saludos a todos

Colo

Anónimo dijo...

Esto antes no pasaba, cuando había laterales izquierdos y/o segundos marcadores centrales con garra y corazón, que iban a todas y que eventualmente se lesionaban alguna mano.

Javier dijo...

el señor anónimo, no será yeta, piedra, canto rodado, o cómo se diga

Anónimo dijo...

No. Y ojo Javier, que el Señor Anónimo tiene contactos en la carrera de Historia y a vos todavía te falta mucho