domingo, 18 de mayo de 2008

Sin margen

La Lima se juega gran parte de la chance que le queda de clasificar. Desde las 15 enfrenta a Caballos y el único resultado que le sirve es la victoria. Varias bajas, pero la fe intacta.





En lo que será una tarde atípica para la Copa Otero Deportivo, se jugará una dominguera penúltima fecha en el predio de Arana. A dos partidos del final de la segunda ronda, y tras la derrota del sábado pasado frente a Arana, el verdolaga afrontará un duro compromiso ante Caballos, un rival que viene en franco repunte y asoma como candidato a ganar la zona E. A La Lima sólo le sirve ganar los dos partidos que le restan, y además deberá cuidarse mucho de sumar más de un par de amonestaciones, para hacer valer la ventaja que lleva hasta el momento en la definitoria tabla de conducta.





Luego de la dolorosa caída del último sábado, cuando no supo estar a la altura de las circunstancias y perdió la punta a manos de un discreto Arana, el plantel limeño ha lamido sus heridas y se encuentra preparado para la batalla final. A pesar del bajón anímico y el pobre nivel demostrado en el pasado encuentro, los jugadores limeños se juramentaron dejar todo por un triunfo que mantenga viva la esperanza de clasificar ganando a zona. Es que los cálculos ya no dan para aspirar a ser el segundo del grupo en caso de que Drink Team vuelva a ser el primero.





La importancia del cotejo de esta tarde no ha significado, empero, una asistencia perfecta del plantel, y ya se ha confirmado la ausencia de tres jugadores: ni el Cabo, ni Seba ni el Dibu estarán esta tarde. Por otra parte estaba en duda aún la presencia de Rodrigo, el Primo y Víctor, las tres incorporaciones que han tenido mucho que ver en la aceptable campaña realizada hasta ahora en esta temporada. Los que sí retornan al primer equipo son Diego y Andrés.






Al verde le queda, además una lejana posibilidad de estar entre los primeros tres equipos de buena conducta que pasarán a los 32º de final, aunque para que esto ocurra depende de que demasiada gente se porte mal.



Todo está dicho. La Lima tiene una chance más de revertir la amarga, fría, pectoral imagen brindada hace siete días. Para eso, sólo tiene un camino: ganar. Como sea.

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